El "índice de la tortilla envasada": cómo medir el abandono de los pueblos de Asturias

ASTURIANOS EN SAN TIRSO DE ABRES: Ángel Prieto

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Ángel Prieto Souto Técnico forestal y presidente de la Asociación San Tirso del Eo. Nacido hace 54 años en San Tirso de Abres, Ángel Prieto Souto es técnico forestal y desde hace dos décadas preside la Asociación San Tirso del Eo, dedicada a recuperación de las tradiciones y también a la labor social y a la promoción del voluntariado. Las actividades de esta entidad ciudadana están en la base de la concesión en 2011 a la comunidad vecinal santirseña del premio al "Pueblo ejemplar" de la Fundación Princesa

Ángel Prieto Souto, nacido en 1969 en San Tirso de Abres, preside desde hace dos décadas la asociación cultural San Tirso del Eo, a cuyo empuje colectivo puede atribuirse la concesión, en 2011, del premio al "Pueblo Ejemplar" de Asturias, el galardón de la Fundación Princesa. Esta es su visión del municipio más occidental de Asturias y de la evolución que tenido en las últimas décadas.

Somos la mitad

"En San Tirso de Abres hubo una transformación hacia lo positivo y otra hacia lo negativo. Hacia lo negativo, diría que en estos últimos veinte o treinta años la población está a punto de quedarse en la mitad. (En los años 80 del pasado siglo el concejo, según datos de Sadei, rondaba los 800 habitantes y hoy en día sobrepasa por poco los 400 empadronados) El principal motivo es el envejecimiento de la población y el éxodo a las ciudades. Este éxodo está propiciado, a mi criterio, por la tendencia a una vida urbanita. Por la tendencia a vivir acorde a una sociedad globalizada".

"Cada vez que reflexiono sobre la demografía en los pueblos, no encuentro datos para ser optimista. Porque estamos ante una tendencia social. La causa es la propia tendencia. El despoblamiento rural es el síntoma de una gran enfermedad que se llama globalización. Por no decir capitalismo. Pero vamos a dejarlo en globalización. Todas las medidas que se puedan implementar en relación al reto demográfico son pocas porque la tendencia de la sociedad es a vivir en un mundo globalizado. Y en los pueblos tienes dificultades para vivir en un mundo globalizado".

El indicador

"Mira, yo tengo un medidor de globalización, digamos. Y ese medidor es que en un concejo de 419 habitantes, como este, en la tienda del pueblo se venda una tortilla española envasada. Con perdón, pero tiene cojones. Una cosa es que el de la tienda lo tenga para vender, pero que se consuma una tortilla precocinada en un pueblo… Cuando alguien de pueblo tiene la necesidad de ir a comprar una tortilla hecha, ese es un indicio muy claro de hasta dónde está la globalización metida en las entrañas de la sociedad rural. Pero, tío, si tienes huevos, y patatas y cebollas ahí en la huerta… Las tenías que tener en tu despensa. Si vas a comprar una tortilla hecha es que algo pasa".

"Ahora hay una cierta tendencia de retorno a los pueblos, pero en ese retorno al pueblo falta aterrizaje. El nuevo poblador a veces, no siempre, viene pensando en el pueblo como un mundo idílico. El pueblo es otra forma de vivir, pero idílico… Tiene sus cosas positivas y sus cosas negativas. La vida de pueblo es una vida en comunidad y de sacrificio. Es decir, las patatas tienes que sembrarlas. Para tener huevos, tienes que tener gallinas y las gallinas tienen que comer berzas y las berzas hay que plantarlas. No se trata de ir al supermercado y comprarlo todo con dinero".

"Sí, falta aterrizaje. Una cosa es que quieras venir a un pueblo y, otra cosa, es que quieras implicarte en la comunidad. A lo mejor dicen: yo quiero ir a un pueblo para estar tranquilo, no para socializar. Digamos que eso es volver a un pueblo en formato urbanita".

El éxodo

"El éxodo a la ciudad fue cambiando de motivos. A principios del siglo XX, la emigración era a ultramar, a Cuba; luego a Alemania o Gijón y Avilés, con la industrialización en los años sesenta. Y, desde hace 20 años, principalmente la gente que se fue por nivel académico. Es decir, tenemos una tendencia en donde todos estudiaban Empresariales o Filología Inglesa. Y, evidentemente, si estudias eso pues no hay una oferta para ese tipo de trabajo en toda la comarca. Además, creo que es un error que constantemente los ciclos formativos que se ofrecen en los institutos de las zonas rurales estén orientados a profesiones que incitan a irse. Porque son profesiones urbanas".

El influjo de Ribadeo en el occidente asturiano

"Ribadeo es un referente dentro de las necesidades comerciales de la comarca. Y ahí se incluye también la oferta inmobiliaria. El mercado mobiliario fue muchísimo más barato de cualquier villa de Asturias. Es verdad que, durante décadas, el convenio de la construcción de Galicia estaba mucho más bajo. Y eso permitía construir más barato y por eso allí había más accesibilidad más acceso a la vivienda. Pero, luego, aparte de eso, hay una tendencia de comprar un piso en Ribadeo y de hacer la compra en Ribadeo".

Un concejo concentrado

"La parte positiva es que, en estos veinte años, el municipio de San Tirso de Abres tuvo dos procesos de concentración parcelaria casi para el 100% para su superficie forestal y agrícola. Es un caso único en Asturias. Eso quiere decir que los propietarios están identificados, las parcelas organizadas y da lugar a que pueda haber planes de desarrollo forestal, agrícola, reconversiones, etcétera. Y a que haya a una actividad forestal continua en un municipio que está entre los 30 y 680 metros a nivel del mar, con un clima benigno que facilita el cultivo de especies de crecimiento rápido como el eucalipto. Esto da lugar a una actividad continua, a un flujo económico. Cuestión aparte es la medioambiental".

"Entre los aspectos positivos está también el polígono industrial, un proyecto, de mediados de los noventa, que tardó muchos años en lanzarse, pero ahora se fueron asentando empresas: un taller, carpintería, materiales de construcción… Es un espacio pequeñito, pero que da lugar a que las industrias o las empresas se focalicen allí".

Como la Senda del Oso, pero en el Occidente

"Otro desarrollo importante ha sido en el ámbito turístico y, principalmente, en torno a la Ruta del Ferrocarril. Desde 2003, cuando celebramos el centenario del ferrocarril en la Asociación Cultural San Tirso del Eo –este celebraremos el 120.º aniversario– hubo un desarrollo de esa ruta. Si hace veinte años estábamos dando esa senda a conocer, que son 12 kilómetros y pasas por 5 túneles, ya hay empresas de alquileres de bicicletas para la ruta. En el turismo también empezó la actividad de canoas. Hace 5 a 6 años se implantó una empresa de actividad de canoas que empezó a abrir el sector del turismo activo, y ahora ya hay otras dos empresas de descenso del Eo en canoa".

"Y la pesca de salmón sigue estando ahí. Sigue siendo un atractivo. Pero hay una grandísima diferencia. Hace cincuenta, treinta, veinte años atrás, los pescadores que venían y adquirían un coto llegaban desde La Coruña, Santiago, Gijón… y se hospedaban en el pueblo tres días. Como no había autovías se quedaba varios días. Pescaban, cenaban y dormían aquí. Y hoy, con la mejora de las comunicaciones, pescan por la mañana, comen y marchan. Y después de la pandemia se queda muy poquita gente a dormir".

Un empuje ciudadano para la comarca

"Es cierto que la comarca necesita un empuje, un proyecto colectivo. Desde los principios del plan Oscos-Eo no hubo otro empuje. El único fue hacia el turismo y el turismo es estacional. Y no hay resultados en la desestacionalización, una palabra muy manoseada. Tanto como ‘reto demográfico’, que se les van a quedar los dientes raídos de decir tanto ‘reto demográfico’. ¿Pero luego el resultado cuál es? No hay resultado".

"Sí, la comarca Oscos-Eo necesita un empuje, pero no sé si tiene que ser político, de la Administración. A lo mejor necesita un empuje de desde la sociedad organizada. Probablemente la comarca necesite de un empuje de una buena fundación que trate de llegar a donde no llega la Administración. Visto lo que pasó con el Ceder Oscos-Eo, con el Ceder Navia-Porcía (planes de desarrollo rural con fondos europeos), con la declaración de Reserva de la Biosfera, vamos mal. Pues entonces no vuelvas a repartir cartas porque igual tienes mala mano. Yo creo que hay que vertebrar la sociedad, hay que crear un sentimiento de comarca en Oscos-Eo. Pero, repito, no sé si ese empuje tiene que venir de la Administración".

No a los "habiadores"

"Nos tenemos que apear de ese rollo del ‘me tienen que dar’. Mi amigo Félix Menéndez, el bibliotecario de Vegadeo (fallecido en 2015), llamaba ‘habiadores’ a los que decían todo el día ‘había que hacer esto, había que hacer lo otro’. Pues tenemos que pasar del ‘había que’ al ‘yo hice esto y esta es mi aportación’. Nosotros, la Asociación San Tirso del Eo, desde un pueblo de 419 habitantes y con 130 socios, mandamos 8 palés de ropa para Ucrania y les mandamos 4 pedidos de verduras y hortalizas para los refugiados en Gijón. ¿Y cómo se hace eso? Con sociedad civil organizada, con un grupo de voluntariados. Y lo nuestro sumado a lo otro, a lo otro y a lo otro, pues…".