Florentino Pereira, empresario. Este topógrafo de formación decidió crear una empresa en torno a su afición por los caballos. Así nació Floating Boots, una compañía que exporta un curioso producto: botas para caballos. El negocio va casi al galope y cada día venden más. Su ubicación actual en la Villa se ha quedado pequeña y quieren ampliar pero, pese a que ya han recibido ayudas públicas, la demora en la licencia se lo impide.

Tiene en Villaviciosa una innovadora empresa de botas en para caballos. Comercialmente, va al galope. Eso sí, no logra superar el obstáculo de la burocracia para poder seguir ampliando.

"Me llamo Florentino Pereira Suárez, yo soy de Rioseco (Sobrescobio), tengo 51 años, pero llevo en la Villa unos cuantos años ya. Soy topógrafo. Trabajé muchos años en obra pública, en Ferrovial, en Agroman… Una porrada de años. A la par, yo siempre fui aficionado a los caballos y soy jinete de carreras de resistencia, de ‘endurance’ que se llama. Son carreres de hasta 160 kilómetros en un día, para que te hagas una idea. Y de esto surgió la idea de esta empresa de botas para caballos, Floating Boots".

"Cuando entrenabes un caballo y lu poníes en un nivel, te dabes cuenta de que era todo problemas. Y los problemas siempre vienen de los pies porque pones una herradura de acero, que es una estructura fija, sobre los cascos, que están diseñados para disipar los impactos. Y al final rompen por todos los sitios. Eso era lo que le pasaba a los caballos".

"Así que empecé a dibujar, a hacer bocetos y prototipos de botas para caballos. Empezó casi como una broma. Hice unos primeros prototipos con unos moldes de silicona en 2012. Con esos prototipos fui a correr un campeonato de España de 160 km y me aguantaron media carrera. Luego estudié toda la tecnología que había respecto a la fabricación. Esta sociedad se funda en 2010 y a partir de ahí empezamos a hacer prototipos, distintas tallas y moldes y muchas pruebas con nuestros caballos en las carreras. Empezamos a funcionar y ahora estamos vendiendo cada día más. Nuestro mercado está en Europa y también mandamos a Estados Unidos".

Florentino Pereira Julián Rus

"Desde que nosotros empezamos, cada vez hay más fabricantes de botas para caballos. He de decir que las hiposandalias ya las utilizaban los romanos, pero eran de cuero y otros materiales para proteger el pie del caballo. Esto no es algo nuevo. También había unas botas que eran de emergencia para cuando perdías una herradura. Ahora cada día salen más modelos, señal de que el mercado crece".

"Lo que hacemos es un sustituto de la herradura. Los caballos están descalzos y cuando los vas a utilizar tienes que proteger el desgaste del pie. El problema de las herraduras es que son rígidas. Fijan el casco, que aparentemente es rígido pero no es nada rígido. Es un sistema perfecto para disipar un gran impacto. Un caballo galopando pone más de una tonelada en un casco. Es una presión brutal".

"Nuestra ventaja en el mercado es que tenemos una amplia gama de tallaje y geometría de pies y manos, que pocas marcas los tienen. En caballos, la forma de pies y manos son distintas. El material de nuestras botas es muy bueno, hay botas con 500 o 600 kilómetros encima. Eso es mucho. Y luego tiene la capacidad de adaptarse con calor. Lo calientas con un decapador de pintura, y se pone a 200 grados hasta que coge un punto de temperatura, es muy maleable y queda como un guante. Ahora mismo tenemos 22 tallas, dos marcas y tres patentes. y también vamos a hacer botas para caballos enanos, que se usan en terapias para personas con discapacidad cognitiva".

"Hicimos una inversión hace un par de años y compramos una finca perfecta en Argüeru. Una antigua ganadería lechera y que tiene 70.000 metros, una casa antigua, más luego unas naves para el ganao. Es un sitio perfecto porque yo buscaba algo donde poder impartir formación. Nosotros hacemos mucha formación, sobre todo en Alemania, a distribuidores. También incluso al consumidor final. Por eso siempre tengo que alquilar los sitios. El último que hicimos fue en Cataluña, con gente que venía Alemania, Holanda, Noruega, Inglaterra... Pero mi idea siempre fue tener un sitio donde poder tener los caballos, la fábrica y un track para hacer pruebas con los distribuidores y tenerlos al día".

"Hicimos un proyecto para acondicionar la finca, no es obra nueva. Y ahí es donde entra el Idepa (Instituto para el Desarrollo Económico del Principado), les gustó mucho la idea y nos aprobaron unas ayudas en diciembre de 2021. Lo que pasa es que las propias administraciones se fagocitan entre ellas. Aún no he conseguido la licencia municipal y he tenido que pedir una prórroga de la ayuda del Idepa, para no perderla. De nada me sirve que el Idepa me apruebe esto y esté encantao cuando llegas al ayuntamiento y te tarda tanto. Ya te comió el plazo de ejecución y tienes que andar con prórrogas. El problema es la lentitud administrativa. No tardaron mucho en informarlo en el Ayuntamiento, pero tardaron mucho en mandarlo a la CUOTA (Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio), algo necesario por ser zona rural. Ahora hace más de un mes que la CUOTA me lo aprobó pero sigo esperando por la licencia. Sigo esperando. Y con el precio de los materiales pues ahora todo se encarece. Y eso si no acabo perdiendo la ayuda. Donde estamos ubicados ahora ya no tenemos donde meter una caja más. Estamos vendiendo cada año más y durante la pandemia batimos récords. Mi principal mercado es Alemania. En la pandemia muchos teletrabajan y tenían más tiempo libre para dedicarlo a los caballos".

"Asturias tiene un potencial brutal pero parece que somos los más proteccionistas del planeta. Todo son permisos. El Paraíso Natural está muy bien, pero hay que tratar de poner las cosas fáciles a la gente. Echo de menos una oficina, una entidad, que pudiese canalizar esos proyectos entre administraciones. ¿De qué me sirve que al Idepa les guste mucho mi proyecto si luego choco con otra administración? Te sientes impotente. Porque luego las administraciones son muy impermeables y con el covid más".

"Burocráticamente el sistema no va. Falta un organismo que pudiera encargarse de coordinar a los distintos departamentos o entidades implicadas en un proyecto. Porque yo no soy Amazon, que llega con su despliegue y todo son puertas abiertas y adelante. Pero nosotros aportamos empleados, todos. Una sidrería, una tienda de regaliz, yo... Todo son granitos de arena y si la gente no tiene dinero es difícil que la economía fluya".