Ana Lombardero, es la Directora Comercial de Caja Rural de Asturias.

–La Caja Rural de Asturias se caracteriza por su apoyo al campo, ¿cuáles son las principales líneas de actuación?

–En este momento, como principal línea de actuación destacaría nuestro papel en las ayudas de la PAC, tanto en las labores de tramitación, que se realizan de manera gratuita desde nuestras oficinas, como en el anticipo del importe de los ganaderos. Son muy importantes para el campo y para la comunidad, porque suponen una gran inyección de liquidez y, por tanto, también lo son para nosotros.

Esto es posible gracias a las otras dos líneas clave a día de hoy: las oficinas, que mantenemos abiertas prácticamente en todos los municipios de Asturias, dando cobertura bancaria al medio rural, y el amplio catálogo de productos y servicios específicos que tenemos para el sector agroganadero y para iniciativas de desarrollo rural.

–¿Qué más ofrecen?

–Esta parte la tenemos en constante evolución. Recientemente hemos incorporado una nueva línea de financiación para los costes asociados a la campaña de siembra y recogida de forraje, que empieza ahora, atendiendo a las necesidades generadas por la situación que vive el sector en este momento.

– A veces, desde el mundo urbano no se entienden las dificultades financieras que viven las empresas rurales, y concretamente las explotaciones ganaderas, ¿cómo las apoyan en estos momentos?

–Una explotación ganadera no es distinta de otro negocio en el sentido de que existen unos ingresos por ventas y unos costes de producción. En este momento se encuentran en una situación delicada, con un incremento muy relevante en sus costes de producción que no tiene correspondencia por el lado de los ingresos y hace peligrar la viabilidad del sector.

A esto se une que en esta época del año muchos de ellos afrontan uno de los procesos más importantes para su actividad que es la siembra y recogida de forraje, la comida que dan a su ganado, y que conlleva unos costes relevantes que también han aumentado mucho.

–¿Cómo se materializa ese apoyo al sector?

–Nuestro apoyo se centra en dar liquidez de forma ágil, para que las explotaciones puedan afrontar sus pagos y seguir funcionando hasta que la situación mejore. Lo hacemos fundamentalmente con el Anticipo PAC y la Línea especial para financiación de forraje.

–¿Por qué son tan importantes los adelantos de la PAC para el sector?

–La tramitación de la solicitud de las ayudas de la PAC se realiza entre marzo y abril. Sin embargo, el abono de los importes se concentra en el último trimestre del año. Con el Anticipo les permitimos disponer del 90% del total del importe de forma prácticamente inmediata, en 24 horas una vez registrada la solicitud. Esto es posible gracias a la cercanía de nuestras oficinas y al conocimiento y trayectoria que tenemos con el sector. Además, el anticipo se va amortizando cuando reciben los abonos de las ayudas y se concede a un tipo de interés de l 0%, por lo que no les genera ninguna nueva cuota que pagar.

–¿Han cambiado mucho las necesidades de los agricultores y ganaderos en los últimos años?

–En los últimos años se ha producido una concentración en el sector. Mantenemos la producción, pero con un número de explotaciones mucho menor. Además, han cobrado más importancia los factores medioambientales. Para lograr ese mayor tamaño y producción en las explotaciones, ha sido necesario realizar inversiones y una mayor profesionalización.

–¿Cómo resumiría la filosofía de Caja Rural de Asturias con el campo?

–Si tuviera que hacerlo en una palabra, sería compromiso. Siempre hemos caminado juntos, desde nuestros orígenes, apoyándolos en los momentos difíciles e impulsando su continua evolución. Apostamos por un futuro sostenible para nuestro campo como una de las claves para una economía más equilibrada y resiliente.

–Llevan en su nombre la palabra “rural”, me imagino que siempre ha sido un orgullo, y ahora más aún, ¿es así?

–Por supuesto, el apellido Rural es algo que nos enorgullece como empresa. Representa nuestros orígenes, nuestro apego por el territorio, y nos sentimos muy identificados con los valores que simboliza, por supuesto.

–¿Cómo ve la evolución del campo asturiano?

–Considero que avanzamos hacia una dignificación del campo y del sector agroganadero, por su papel fundamental para alcanzar una mayor soberanía alimentaria, para la gestión y cuidado de nuestro territorio, y para fijar población en la zona rural.