Oviedo, L. Á. VEGA

La guerra de los símbolos llega a Asturias, aunque con muchísimo menos ruido que hace un par de años, cuando la retirada de una estatua ecuestre de Francisco Franco desató una algarada callejera en Madrid y una fuerte polémica nacional. Casi de tapadillo, y más de treinta años después de la muerte del dictador, tres operarios del Principado desmontaron dos escudos del águila con el lema «Una, Grande, Libre» del anterior régimen, que aún continuaban alzándose en la sede del Tribunal Superior de Justicia del palacio de Valdecarzana. La retirada de estas vidrieras, a la que se atribuye una alta carga simbólica, es una de las primeras medidas adoptadas por la Consejería de Justicia, que dirige Francisco Javier García Valledor (IU), en cumplimiento del plan de modernización de la Justicia en Asturias.

Una vez retirada el águila de San Juan se instalará el escudo del Principado de Asturias a lo largo del próximo mes. El consejero García Valledor indicó que el escudo «debería haber sido sustituido mucho antes por el propio Ministerio de Justicia», y que con el acto de ayer sólo se cumple lo expresado en el plan de modernización de la Justicia, aprobado con la anuencia de jueces, secretarios, abogados y funcionarios. «Es algo lógico. A la puerta del máximo órgano judicial de la región no puede haber símbolos preconstitucionales. Además, así se cumple el mandato del Parlamento nacional», indicó el Consejero. García Valledor añadió que se trata de «una expresión de madurez y naturalidad democrática, contra la que nadie ha dicho nada». Valledor indicó además que en los últimos tiempos se han retirado otros símbolos menos visibles.