Un asturiano había tenido especial protagonismo en las sublevaciones madrileñas del histórico 2 de mayo. Concretamente, había sido el inductor del bando proclamado por los alcaldes de Móstoles. El jurisconsulto Juan Pérez Villamil y Paredes (Puerto de Vega, 1754-Madrid,1824) se hallaba en su casa de Móstoles el 2 de mayo de 1808 cuando, por la tarde, tuvo noticia de los sucesos del día en la Villa y Corte. Villamil decidió actuar y se reunió con los alcaldes Andrés Torrejón y Simón Hernández, y con el escribano Manuel de Valle. Entonces, dictó un bando improvisado que les hizo firmar a los alcaldes y que rezaba al final del texto: «Procedamos, pues, a tomar las activas providencias para escarmentar tanta perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos y alentándonos, pues no hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y valiente, como los Españoles lo son». El bando corrió por la carretera de Extremadura, y en Talavera de la Reina se movilizaron las primeras milicias, camino de Madrid. Después de los sucesos del 2 de mayo, Villamil fue deportado, pero volvió posteriormente a Cádiz.