Linpac Packaging Pravia ha demostrado su viabilidad exitosa y fortaleza al cabo de dos décadas de actividad, tiempo en el que ha ampliado instalaciones, empleo, producción, gama de productos, cifra de ventas y mercados.

En este tiempo, ya dilatado, fue capaz también de superar graves contratiempos, como el incendio que destruyó sus instalaciones en 1997. Sus promotores y accionistas ratificaron entonces su empeño y afán de superación y, lejos de arrojar la toalla, optaron por empezar de nuevo. Y entre reconstruir lo viejo o invertir en una nueva ampliación, optaron por lo segundo. «Fue una buena elección», explicó Fernández Casielles en 2008 a este periódico. «El incendio nos alumbró y nos permitió dar un salto importante», precisó.

Como el ave fénix, la compañía renació de sus cenizas y lo hizo con más vigor y empuje.

Hoy la empresa ocupa a 630 trabajadores y ahora, en plena recesión económica internacional, acaba de anunciar una inversión de 5,7 millones de euros, que se acometerá durante un período de doce meses, en una de sus cuatro plantas pravianas para ampliar la capacidad de producción de su línea de envases transparente.

Con esta nueva aportación de recursos, la sociedad dotará a su factoría Quintana 2 de una máquina más de extrusión de láminas transparentes (pasará de dos a tres, con lo que le permitirá ampliar la producción en el 50%) y de tres nuevas líneas de termotransformado, que aumentarán de 12 a 15. Las otras tres plantas son las de Cañedo (incluye fábrica de bolsas de papel, taller de diseño y departamento de innovación de moldes), la denominada Quintana 1 (fabrica bandejas de poliestireno expandido) y Vegafriosa (produce envases cerrados de material transparente).