Prado es una pequeña localidad de sólo doscientos habitantes, capital del hermano pequeño de los concejos costeros asturianos, de menos de seiscientos residentes y tendencia declinante, prolongada a lo largo de la primera década del siglo XXI, después de un importante retroceso en la segunda mitad del XX. Su pequeño tamaño parece constituirse en serio obstáculo para poder romper tal tendencia, como ha hecho buena parte de aquellos concejos que cuentan con villa principal, caso de los vecinos. Hoy ofrece un paisaje urbano y rural de altísima calidad, privilegio de quienes busquen tranquilidad, accesibilidad y cuidada naturaleza. Es decir, calidad de vida.