Gijón, M. C. / E. M.

Pocas ocasiones tendrá Paz Fernández Felgueroso en los diez meses que le quedan como alcaldesa de Gijón para dirigirse a una audiencia tan nutrida y heterogénea como la que ayer escuchó su discurso durante la inauguración de la LIV Edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias. Por eso, los numerosos responsables políticos, empresariales y de la vida civil y militar asturiana que abarrotaban el Palacio de Congresos del recinto ferial despidieron a la regidora con una prolongada ovación, la más larga de todas. Ella acababa de desglosar sus principales logros desde que cogió el bastón de mando de la ciudad en 1999, haciendo hincapié en «los 2.800 millones de inversión pública» de la última década. Abrumada por los aplausos, agradeció desde el estrado, por tres veces, la sonora muestra de cariño.

Fiel a sí misma, Fernández Felgueroso fue concisa y breve. Obvió los datos estadísticos para centrarse en lo que calificó como el principal problema nacional y local: el paro. «Nuestra situación es algo mejor que la media española y esto es hoy, considerando la dura travesía que hubimos de hacer desde la década de 1980, un indicador muy significativo», sentenció. Después, añadió que el futuro de las ciudades sólo puede ser prometedor si cuentan «con capital intelectual y social, capital cultural y de ocio, capital medioambiental, capital técnico». Algo que «tiene Gijón». También aseguró que desde el gobierno local «se intenta y persigue» conseguir el capital financiero.

Por todo ello, situó al concejo «a la vanguardia entre las ciudades españolas», al contar con «unas políticas activas de empleo y de promoción económica que son un referente conocido y aplaudido fuera de nuestra región». Además, remarcó la renovación y diversificación «de su musculatura industrial y empresarial» y la mejora que, en los últimos años, «han experimentado sus infraestructuras». En todos estos aspectos, justificó los «cincuenta y cinco premios y reconocimientos» que el municipio ha cosechado en los últimos diez años.

Entre los proyectos pendientes más relevantes destacó los accesos y el desarrollo de la Zona Logística, la ampliación de El Musel, la construcción de la depuradora del Este, la puesta en marcha de nuevos parques empresariales y la eliminación de la barrera ferroviaria para liberar los terrenos del actual acceso al centro. «Gijón es, en definitiva, una ciudad que quiere ser habitable, sostenible e innovadora», apuntó justo antes de agradecer «a todas las entidades empresariales, sindicales y ciudadanas su colaboración y crítica». Después, se comprometió a «seguir al frente» hasta la conclusión del mandato y abandonó el atril con gesto emocionado.