Gijón / Oviedo, Román GARCÍA

«No he recibido cantidad alguna, ninguna ventaja ni ninguna donación de ningún particular por decisiones que haya adoptado como consejero del Principado». Así, claro y rotundo, se manifestó el ex consejero de Educación del Principado, José Luis Iglesias Riopedre, en su comparecencia, el pasado día 25 de enero, ante la juez Ana López Pandiella, titular del Juzgado de instrucción número cuatro de Gijón, para declarar en relación con la presunta trama corrupta que llevaba a cabo contrataciones irregulares en la Administración regional.

Desde entonces, Riopedre permanece en la prisión de Villabona acusado de los delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, fraude y exacciones ilegales y negociaciones prohibidas a funcionarios. Junto a él, también en la cárcel, en relación con la trama, se encuentran la que fue su número dos en Educación, la ex directora general María Jesús Otero, y la jefa de servicio de Procesos Administrativos de la Dirección General de Modernización y Telecomunicaciones, Marta Renedo Avilés.

Iglesias Riopedre, que aseguró no conocer a esta última, la alta funcionaria por la que empezó la investigación policial y judicial, subrayó luego, a preguntas de Sergio Herrero, su abogado defensor: «No he recibido ningún ingreso distinto a los declarados fiscalmente».

En el resto de la breve declaración llevada a cabo por Riopedre (duró aproximadamente veinte minutos), según la transcripción a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, la juez interrogó al político sobre su relación con los otros encausados, especialmente sobre la vinculación que mantiene con Víctor Manuel Muñiz, el propietario de Igrafo, y con Alfonso Carlos Sánchez, de Almacenes Pumarín.

Sobre el empresario de Igrafo, Riopedre explicó que le conoce «desde hace años» y que mantiene «una relación personal» con él. El ex consejero de Educación admitió que solía mantener encuentros habituales con Muñiz en su despacho de la Consejería y que les unía cierta «relación amistosa». En este punto, López Pandiella le pregunta si es «norma habitual» que como consejero coma con empresas que son proveedores de material, servicios u obras de su departamento. Riopedre asegura que comía con Muñiz «porque era conocido», no porque fuese norma habitual en su condición de consejero. Riopedre explica luego que con «Alfonso el de Pumarín», el otro empresario, tuvo relación «pocas veces por temas de pedidos» y que se trataba de «una relación profesional». Ambos empresarios se encuentran en libertad bajo fianza.

El ex consejero aseguró luego desconocer a Marta Renedo Avilés, mientras que sobre María Jesús Otero explicó que llevan «trabajando juntos muchos años», prácticamente desde que la conoció en 1997 y que «últimamente» era directora general de Centros en la Consejería que él dirigía.

Sobre las contrataciones, Riopedre explicó que había delegado la facultad de contratar, y que supone que se dictó una resolución para ello, y que no recordaba bien si lo había hecho en María Jesús Otero, entonces directora general, o «en la secretaría general a través de la jefa de servicio». Riopedre explicó que podía firmar la adjudicación de obras menores si se lo proponía la secretaría general técnica, pero que en cuestión de obras mayores no porque había mesas de contratación integradas por gente de fuera de la Consejería de Educación.

Las frases

«No he recibido ningún ingreso distinto a los declarados fiscalmente»

«Víctor solía venir a visitarme a mi despacho de la Consejería»

«Con Alfonso el de Pumarín mantenía una relación profesional»

Veintidós días entre rejas

El ex consejero de Educación del Principado, José Luis Iglesias Riopedre, lleva encarcelado en la prisión de Villabona desde el pasado 25 de enero: veintidós días entre rejas. Dicen sus allegados que aprovecha el tiempo en la cárcel para escribir y leer y que, además, es un asiduo en la sala de internet. Riopedre ha recuperado entre rejas un proyecto que le rondaba la cabeza desde hacía tiempo: escribir sus memorias. El ex consejero se encuentra en una de las dos unidades terapéuticas y educativas de la prisión, y confía en salir pronto. El 23 de febrero la Audiencia resolverá los recursos presentados contra el auto de prisión.