Oviedo, José A. ORDÓÑEZ

La ley de Estabilidad Presupuestaria que está tramitando el Gobierno central incluye un mecanismo de intervención sobre aquellas comunidades autónomas que no cumplan con los objetivos de déficit, como sucede ahora con Asturias. En un «momento extremo», la gestión presupuestaria directa de estas regiones quedará en manos de delegados enviados por los ministerios económicos del Ejecutivo central, según advirtió ayer el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en una entrevista. «El Gobierno no es que vaya a ser exigente, sino que estará obligado a vigilar, sancionar e incluso intervenir una comunidad autónoma que no cumpla sus objetivos de déficit», alertó el Ministro.

En las previsiones de cierre del ejercicio de 2011 publicado por el Ministerio de Hacienda, Asturias figura con un déficit del 3,64 por ciento, lo que le coloca por encima del límite máximo, establecido en el 1,3 por ciento por el Consejo de Política Fiscal y Financiera. A 31 de diciembre de 2011, el Principado presentó un déficit de 845 millones de euros. El «agujero» en las cuentas regionales pasó en un periodo de tan sólo seis meses del 1,37 al 3,54 por ciento.

En esta tesitura, y sólo con Madrid por debajo del techo de déficit a la conclusión del pasado ejercicio, Cristóbal Montoro asegura que la ley de Estabilidad Presupuestaria introduce «los mecanismos de supervisión, penalización e intervención de la Unión Europea» y advierte de que «deberá de cumplirse a rajatabla», porque «de ella depende la salida de España de la crisis». El Ministro, en su entrevista al diario «El Mundo», se muestra taxativo al afirmar que las comunidades van a cumplir «sí o sí» con el objetivo marcado de déficit, «porque la ley les obliga». «Tienen dificultades en el acceso a los mercados financieros y para refinanciar su propia deuda, con lo cual saben perfectamente que no tienen otra salida que volver a ganar prestigio a través de la corrección de sus déficits públicos», asegura Montoro, que descarta que Andalucía esté en disposición de declararse en «rebeldía fiscal» en el caso de que Izquierda Unida (IU) entre en el Gobierno con los socialistas.

El titular de Hacienda y Administraciones Públicas también se ratifica en la necesidad de reformar el Estado de las autonomías, al que no obstante, califica de «gran invento de nuestra democracia», aunque, a su juicio, se ha «desarrollado con gran descontrol». A este respecto, alerta de que «si quiebra una pieza del Estado, quiebra todo el Estado» y anuncia que el Ejecutivo va a acometer «muy pronto» la revisión de las competencias superpuestas. «Hay que ordenar el Estado de las autonomías y evitar nuevos despilfarros», asevera Montoro, para quien este asunto «no es un problema de modelo de Estado, sino de cómo se han concebido y ejercido esos poderes».

Por su lado, y en la misma línea que el Ministro, el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, también aseguró ayer que todas las comunidades autónomas han de cumplir «sí o sí» con el objetivo de reducir el déficit al 1,5 % del Producto Interior Bruto (PIB) en 2012, advirtiendo de que «si hubiera que llegar a la intervención financiera, se llegará». En declaraciones a Onda Cero, Beteta añadió que si las cuentas de alguna comunidad no están claras «funcionarios de la Administración del Estado irán a realizar la gestión financiera en la sede de la Administración intervenida». «Dios quiera que esa circunstancia no se produzca», zanjó el secretario de Estado, tras hacer hincapié en que las autonomías «no pueden gastar más de lo que ingresan» y en que tienen que dedicar el dinero a «aquello que es de su estricta competencia».