Oviedo, Á. FAES

La constitución de la Junta General del Principado, el próximo viernes, marca esta semana una agenda política en la que los partidos que aún guardan sus cartas respecto a sus pactos o a quién entregarán sus apoyos tendrán que empezar a destaparse. Sin indicios de que Foro y el Partido Popular vayan a desvelar quién será el candidato común para la investidura -tienen previsto cerrar el documento sin comunicarlo-, la dirección de sus votos en la cita del viernes podría dar las primeras pistas. Además, la posibilidad de que el TSJA resuelva el recurso de Francisco Álvarez-Cascos contra el voto emigrante, a pesar de que los plazos no se agotarán hasta el primero de mayo, podría desposeer a UPyD del papel decisivo que ahora tiene, si es que el fallo va en la dirección forista, o bien ratificar el actual reparto, con la última decisión en manos de Ignacio Prendes.

También de sus decisiones dependerá en gran medida lo que pueda suceder el viernes en la Junta General del Principado. Si UPyD quiere un puesto en la Mesa del Parlamento regional, tendrá que dejar atado un pacto entre las cinco fuerzas o decidir si apoya al bloque de la izquierda (PSOE-IU) o al de la derecha (Foro-PP).

El acuerdo de la formación magenta con cualquiera de ellos abriría las puertas a que todos los partidos con representación en la Junta estén también presentes en la Mesa, una tesis que ya defendió Cascos el año pasado. La posibilidad de una Mesa plural, con un pacto que implique a todo el espectro político, permitiría a los cinco partidos afrontar la próxima sesión de investidura sin haber asumido renuncias que condicionen su voto.

Izquierda Unida, que se quedó fuera con gran malestar el pasado junio por la decisión de los socialistas de facilitar la presidencia a Fernando Goñi (PP) y así evitar que Foro dominase tanto la Junta como el Gobierno del Principado, también hará valer su pacto con el PSOE para hacerse con un puesto.

Lo mismo que UPyD, que pretende estrenar por la puerta grande su entrada en la Junta, saltando directamente al órgano de gobierno de la Junta, aunque sea en la segunda de las secretarías. Su única vía, no obstante, es un pacto entre todos los grupos o entrando en uno de los bloques, que así sería mayoritario y lograría tres puestos en la Mesa, uno de los cuales sería para UPyD.

Del rumbo que tomen los votos de UPyD el viernes dependerá en manos de quién esté la presidencia del Parlamento asturiano. En la votación para presidente, Ignacio Prendes rompería el empate a 22 que se registraría entre las alianzas de la izquierda y de la derecha. Si el partido magenta va con los conservadores, sería cuestión también a determinar si la presidencia la tomarían los de Cascos o el grupo de Mercedes Fernández. De nuevo el bloque por el que apueste UPyD tendría la vicepresidencia primera, igual que la secretaría primera.

Los nuevos diputados jurarán o prometerán sus cargos el viernes y, a continuación, procederán a votar para la composición de la Mesa, el órgano de gobierno de la Junta. Además del presidente, los diputados elegirán a los dos vicepresidentes y también a los dos secretarios. Aunque desde UPyD tratan de desvincular el Pleno del viernes de la sesión de investidura, la dirección que tomen sus votos podría ser ya significativa respecto a lo que pueda suceder a la hora de elegir al nuevo presidente asturiano.

Los partidos de la derecha aún deben cerrar la redacción de su pacto de investidura, momento que aprovecharán para definir la estrategia con vistas a este viernes a la hora de decidir quién preside la Mesa, si es que UPyD va con ellos. Si los votos foristas se inclinan hacia la candidatura que presente el Partido Popular, cabe la interpretación de que serán entonces los de Cascos quienes lleven las riendas en el intento de llegar a la Presidencia. Sólo que los populares albergan ciertas esperanzas de disputarle al actual presidente en funciones el liderazgo en la entente de la derecha, lo que hace que las negociaciones de esta semana vayan a ser de hondo calado entre Cascos y Mercedes Fernández.