Oviedo, Pablo GALLEGO

Eran poco más de las dos de la tarde cuando el nuevo presidente de la Junta General, el socialista Pedro Sanjurjo (Vegadeo, 1959) tomaba la palabra para dirigirse a la Cámara. Detrás quedaban dos horas de incertidumbre, debate legal y pactos «in extremis». Superada, por el momento, la crisis y constituido ya el Parlamento asturiano, Sanjurjo pidió a los partidos «diálogo y pacto» para «superar la desconfianza y la inactividad» en la que Asturias lleva inmersa ya demasiados meses. También, «negociación», para «garantizar la composición de un Gobierno estable que pueda hacer frente a los innumerables problemas de nuestra querida Asturias».

«No podemos defraudar a los asturianos en un momento tan difícil como el presente», aseveró Sanjurjo. La «insólita e imprevista» disolución de la anterior Junta y el adelanto electoral causaron en la ciudadanía «una gran incertidumbre e inquietud», aseveró. «Ahora nos corresponde restablecer la confianza en las instituciones del Principado», añadió Sanjurjo. Tras doce años como concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Gijón, donde ocupó las carteras de Hacienda y Urbanismo, este veterano socialista dio ayer el salto hasta el primer puesto de la Cámara asturiana. Con los veintidós votos que sumaron el PSOE, IU y UPyD, y en segunda votación, Sanjurjo se convirtió en el undécimo presidente de la Junta asturiana, la segunda autoridad regional, sólo por detrás del presidente del Gobierno autonómico.

Los otros cuatro puestos en la Mesa -dos vicepresidencias y dos secretarías-, se reparten entre el resto de fuerzas con representación parlamentaria; Foro, el PP, IU y UPyD. Que el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) admitiese el recurso de Foro contra el escrutinio del voto emigrante dio al traste con las estrategias que los partidos llevaban preparadas. Al final, tras una larga reunión entre los portavoces de cada grupo, la propuesta de UPyD acabó prosperando, y los cinco puestos se repartieron conforme al resultado de los comicios del 25 de mayo.

El diputado de Foro Pelayo Roces asciende un puesto en la Mesa respecto a la legislatura anterior, y pasa a ser vicepresidente primero. Obtuvo trece votos -los doce de los diputados de su grupo y el de UPyD-, tres más que el popular José Agustín Cuervas-Mons, que en su vuelta a la Junta pasa a ocupar la vicepresidencia segunda. Las dos secretarías de la Mesa quedan, la primera, en manos de Aurelio Martín, de IU, y la segunda, al mando de Ignacio Prendes, de UPyD. Martín, elegido con 20 votos a favor frente a los 4 del diputado de UPyD, vuelve al órgano de gobierno de la Cámara. Martín ya fue vicepresidente primero en la séptima legislatura, de 2003 a 2007, y durante el primer año de la legislatura siguiente, hasta ser designado como consejero de Medio Rural.

Prendes, uno de los debutantes en el Parlamento, tendrá que compaginar su trabajo como secretario segundo -por ejemplo, coordinar las votaciones, labor que en la anterior legislatura desempeñaba la diputada de Foro Cristina Coto- con la portavocía del Grupo Mixto. Tras la sesión constitutiva, Prendes se mostró «satisfecho» porque los cinco partidos hayan sido capaces de llegar a un acuerdo para la constitución de la Mesa de la Cámara «en un momento muy difícil».

La Mesa de edad que abrió la sesión estuvo presidida por el socialista Javier Fernández, el diputado de más edad después de Álvarez-Cascos, que por su condición de presidente regional no podía ocupar ese lugar. Junto a él, los más jóvenes, los también socialistas Nino Torre y Adriana Lastra. Tras las votaciones y en un ambiente de aparente normalidad -no se hizo referencia al escaño aún pendiente de resolver-, los diputados tomaron posesión. La inmensa mayoría optó por prometer que acatarían la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Tres de ellos -dos de IU y uno del PSOE- utilizaron la fórmula en asturiano: «Faigo promesa».