Joaquín Díaz Alonso es catedrático de Física Teórica de la Universidad de Oviedo, afrancesado por formación y quizá filósofo de vocación, ya que tiene una especial capacidad para ir al último rincón de las cosas. Considera que es muy pronto para evaluar las novedades en la física de las últimas décadas y subraya novedades a punto de cuajar, como los ordenadores cuánticos.

-¿Nacido para la física?

-Bueno, nací en Gijón hace 67 años. Me crié en Salas. Hice el Bachillerato Superior en Oviedo, en el Colegio Loyola. En mi curso estaban Juan Vallaure, que se mató en un accidente de tráfico, Julio Galán y Plácido Menéndez Arango, entre otros. Estudié dos años en Minas, los comunes para escuelas técnicas, y me fui a Madrid a hacer Aeronáuticas. En el último año me trasladé a Francia para seguir un curso de posgrado en Astrofísica.

-¿Era fácil salir al extranjero?

-No. La Agencia Espacial Europea daba becas para estudiantes que querían hacer un tercer ciclo. Amable Liñán, que después fue premio «Príncipe de Asturias», me recomendó. Era profesor de Mecánica de Fluidos. Fui a París. Diez meses y un trabajo de investigación. Volví a España. Saqué una beca del INI que se llamaba de Santa María del Espíritu Santo. Cuando regresé a París con una beca con ese nombre no sabían qué decir. Era por dos años, hasta 1975. Volví a pedir una beca europea, tiré otro año y medio. Tuve otra beca más, francesa. Y por fin entré en un puesto estable en Francia, en el CNRS, que es como nuestro CSIC. Concretamente, entré en el Observatorio de París. Estaba en un grupo de física teórica. En 1996 saqué la cátedra de Oviedo y aquí sigo, aunque voy constantemente a Francia, colaboro con gente de allí.

-En esos últimos cuarenta años, ¿qué ha pasado en el mundo de la física? ¿Ha habido una revolución? ¿Varias?

-Es pronto para decirlo. Habrá que esperar a lo que pongan los libros dentro de cincuenta años sobre este tiempo.

-¿Aplica, entonces, la teoría de la relatividad a la historia de la ciencia?

-Algo hay de eso. Como en la famosa anécdota de Kissinger y Chou En-lai. El americano le preguntó por los efectos de la revolución francesa, si habían ido positivos, y el chino respondió: me parece que es un poco pronto para decirlo. Lo mismo vale para la última física.

-¿No es evidente?

-La evaluación del progreso se podrá hacer en unas décadas. Aun así cabe decir que no ha habido grandes progresos fundamentales. Nada equivalente a lo que ocurrió en el primer tercio del siglo XX, con la relatividad y la mecánica cuántica. Aquel fue un progreso radical. Un cambio de paradigma.

-Ahora, la teoría de cuerdas ¿no es también una gran revolución?

-Se trata de construcciones muy ricas y sutiles, con mucho contenido. Pero el contacto con la realidad física no ha sido demostrado.

-Consume grandes presupuestos y legiones de científicos.

-La parte del león se la lleva la física de partículas y sus grandes aparatos. La teoría pura, con papel, lápiz y ordenador, apenas supone sueldos y asistencias a congresos. La guerra por el reparto de los presupuestos es dura porque la gente que se ocupa de las cuerdas o de otras teorías muy especulativas se lleva la parte más importante.

-¿Son más matemáticos que físicos?

-Es el campo de la física teórica de altas energías. Física muy matemática. Hablan de altas energías porque si algún día se encuentra una relación entre esas teóricas y la realidad ocurrirá a energías muy altas.

-¿Los experimentos mentales de Einstein no acabaron con esas distinciones?

-La física teórica hace modelos que tienen detrás un experimento. Aunque no seas capaz de hacer el experimento en el laboratorio, porque es muy difícil o muy caro, como la teoría da una previsión, el experimento permite corregirla. Los experimentos mentales no son cosa de Einstein, se hacen desde siempre.

-¿Y qué hacemos con la teoría de la relatividad si, como parece, hay partículas más veloces que la luz?

-No existe ningún fenómeno observado que contradiga la teoría general de la relatividad. Rotundamente. Es la teoría mejor verificada. Lo que ocurre es que en la mecánica cuántica hay correlaciones que a veces se interpretan como que algo se transmite instantáneamente. Pero es ficticio. Por ahí va el teorema de Bell.

-Según el cual la mecánica cuántica gana a la relatividad.

-No. No a la relatividad, sino a las teorías de variables ocultas. Las cosas extrañas que dice la mecánica cuántica se deben, supuestamente, a que es incompleta, a que hay cosas que ignoramos, a que existen variables ocultas. Pero el teorema de Bell descarta las variables ocultas locales. Gana la teoría cuántica de siempre, la interpretación de Copenhague, la de Bohr, Heisenberg y todos los clásicos. No se transmite información por encima de la velocidad de la luz.

-Volviendo a las revoluciones...

-Ahí están los ordenadores cuánticos y la criptografía, que permite enviar mensajes inviolables. Vamos que no es que sea difícil de violar esa información sino que es sencillamente imposible. Los ordenadores cuánticos tendrán mucha más capacidad que los actuales. Dicen que están a la vuelta de la esquina. Hay mucha gente trabajando en esa especialidad con resultados que se publican todos los días.

-¿Se impone la física realista a la, digamos, fantasmal?

-A ver qué quiere decir realista. Se dice comúnmente que la física explica los fenómenos del mundo físico. Eso no compromete. Pero ¿qué es explicar?

-Medir.

-Es más que medir. Obviamente es más. Realmente es construir un modelo en la cabeza, que asimismo se puede escribir en forma matemática, y que describa los fenómenos. Y hacer predicciones que después efectivamente se cumplen. El modelo no es la realidad por fiel que sea. Y tendrá un límite.

-Pura filosofía.

-Los filósofos tienen las cosas claras y no así muchos físicos. Quiero decir ¿hasta qué punto la realidad es una construcción de la mente humana? Existe probablemente una realidad bruta. Y de ahí el ser humano extrae partes que son significativas. Eso es lo que percibimos y a lo que llamamos realidad.

-Eso es lo que dijo Kant.

-Claro, para él la realidad bruta es inalcanzable. Si consideramos que el hombre es quien selecciona la parte de la realidad bruta que es observada se explican muchos dilemas. Einstein decía que lo más incomprensible del mundo es que sea comprensible. ¿Por qué los modelos describen la realidad con precisión? Quizá sea porque la realidad está construida por el propio hombre que la selecciona.

-Luego la ciencia es tautológica.

-Me parece que fue Eddington quien dijo que la ciencia quizá no sea más que una gran tautología. Creo que se puede demostrar que no es así. La ciencia aporta cosas nuevas a los intereses humanos. La realidad accesible al hombre no está acabada. No está dada de una vez por todas. No habría progreso de ser así. Comemos terreno incesantemente a la realidad bruta.

-¿Se reafirma en su fe en la relatividad?

-La relatividad cierra una explicación de la realidad y funciona. No está en cuestión. Sí es cierto que hoy hay mucha gente buscando cosas nuevas que violen la física conocida. Es legítimo. Hacen modelos para ver las consecuencias y después ir al laboratorio a corroborarlo.

-¿No es un escándalo que ahora se diga que el 95 por ciento del universo es una misteriosa materia oscura o energía oscura? Hace cincuenta años se sabía lo que había. ¿La ciencia va hacia atrás?

-Hace cincuenta años la cosmología tenía muy pocos datos entre manos. El modelo relativista explicaba el universo. Nadie se ocupaba de lo que había ocurrido en los tres primeros minutos del Big Bang. Con el progreso técnico ha habido una avalancha de nuevos datos que es necesario explicar. En los años sesenta se descubre la radiación de fondo, poco a poco se miden todas las frecuencias y el modelo que había hasta entonces empieza a fallar. Aparecen las contradicciones. Caben dos posibilidades. O se tira todo a la basura y se empieza de nuevo con otro modelo, cosa que nadie quiere porque quizá no sea factible salvo una idea genial, o se apuntala el modelo que tenemos con conceptos nuevos como la energía oscura o la materia oscura.

-La materia oscura...

-La materia oscura es un concepto viejo. Se refiere a masas que no se ven. ¿De dónde salen? ¿De agujeros negros? ¿De planetas? Hay miles de hipótesis. Se habló incluso de partículas nuevas. Quizá los neutrinos, pero se vio que no. Ahí se sigue el debate.

-¿Y la energía oscura?

-Unas recientes medidas de supernovas lejanas indican que el universo está en expansión acelerada. Tiene que haber algo que tenga efectos antigravitatorios. La constante cosmológica de Einstein es de los años veinte ya. Equilibra la gravedad. En los ochenta resucitó la constante cosmológica. Hoy en día la expansión acelerada del universo se puede explicar así. Lo llaman energía oscura. O una sustancia que se ignora.

-¿Vuelta al éter?

-No. El éter se propone contra la acción a distancia que en física no tiene sentido. Debe haber un medio que la transmita. Pero las transformaciones de la relatividad especial son incompatibles con el éter. Esa sustancia, sea lo que sea, no tendrá nada que ver con el éter clásico.

-¿La técnica devora a la ciencia?

-La inversión en física aplicada es mucho mayor que en la física teórica. Las universidades y la UE promueven la búsqueda de la aplicabilidad de los resultados de la investigación a la técnica. Hay que comprender los fenómenos fundamentales y cincuenta años después es posible que tengan aplicaciones. Toda teoría abstracta puede convertirse en algo aplicable.

2 J. N.

-¿Qué nivel tienen los estudiantes que ingresan en Física? ¿Qué les mueve? ¿Qué salidas tiene la carrera?

-Mi impresión es que llegan con una formación peor que hace cuarenta años. En promedio están atrasados. A algunos les cuesta aplicar una integral. Antes todos los chavales lo sabían hacer desde sexto de Bachillerato, desde dos años antes. Por otra parte, ¿por qué vienen aquí? Vienen por gusto o porque han sido rebotados de otras carreras al no tener la nota suficiente. Ya en la carrera, asignaturas como Relatividad no la estudian salvo que la escojan. Entran entre veinte y cuarenta cada año. Hay una minoría muy motivada. La inmensa mayoría piensa en qué va a trabajar. Creo que hay poco paro. Quien tiene mucha vocación y quiera seguir una carrera académica y de investigación tiene por delante un vía crucis terrible. Puede llegar a cumplir 40 años sin trabajo estable.