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El FAPAS cree que el oso de Quirós murió a tiros, pese a la opinión del autor de la necropsia

La entidad ecologista considera que la muerte fue instantánea dada la posición del cuerpo

El Fondo para la Protección de Animales Salvajes (FAPAS) sospecha que el oso hallado muerto la semana pasada en Quirós fue abatido a tiros, posibilidad que ya descartó el veterinario Juan Francisco García Marín, encargado de realizarle en la Facultad de Veterinaria de León una necropsia que en unos días se hará pública. La entidad conservacionista asegura que "todos los indicios" apuntan a que el animal murió "de manera instantánea tras recibir un fuerte impacto causado por un proyectil disparado por un arma".

El FAPAS descarta que su muerte esté vinculada con alguna pelea con otro animal por la ausencia de heridas externas en su cuerpo "típicas en las peleas de machos como mordiscos en la boca, rotura de labios, orejas...", y señala que la posición en la que apareció el cadáver, boca arriba, el "gran orificio a la altura del pecho" que no presentaba "ningún sangrado" y la existencia en su cuerpo de "pelos limpios" hacen pensar que la muerte fue instantánea.

La entidad, que estuvo presente en la primera inspección ocular, asegura que ha realizado un informe con el recorrido del oso, basándose en los pelos que dejó en alambres y agujeros, y que "no hay indicios" de que se encontrase herido, "puesto que no se observó ningún signo de sangre pese a que tenía un boquete a la altura del pecho". Además, recuerda que el área en que fue encontrado es "la de más actividad furtiva" de Asturias donde "actúan cazadores por la noche utilizando focos y armas con silenciador". El FAPAS advierte de que si la necropsia descarta el arma de fuego podría solicitar al Principado un segundo informe de "expertos independientes".

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