Las pésimas condiciones de trabajo en las estancias de los Menéndez en la Patagonia desencadenaron en 1921 la revuelta de los peones, entre los que había numerosos asturianos. La revuelta se ahogó en sangre: se habla de 1.500 víctimas.
Asturama
Contenido exclusivo para suscriptores digitales