El temporal colea en la comarca del Oriente, donde la nieve dificulta sobre todo las comunicaciones por carretera. En la localidad cabraliega de Sotres permanecieron ayer cortados tanto el vial que va a desde Poncebos como el que les une con la localidad cántabra de Tresviso. Los servicios de emergencias desaconsejaron intentar el acceso, pues el peligro de aludes es muy alto y el paso abierto por la máquina quitanieves muy estrecho.

En las orillas de la carretera, la acumulación de nieve superó estos dos metros y los vecinos respiraron aliviados cuando a mediodía llegaron los trabajadores del Principado y despejaron parte de la carretera y las calles centrales del pueblo. La gratitud hacia estos operarios era grande ayer en Sotres, tal y como Tomás Fernández López, guarda del refugio de Urrielu, puso de relieve. "Gracias al personal de carreteras de la administración autonómica, que curra con fuerza estos días", apuntó.

Aunque no tan graves, estas no fueron las únicas dificultades de circulación que hubo en la comarca. La piloñesa María Teresa Sánchez Ávila y su marido, Bernardo Peri García, esperaron el viernes durante once horas en el Hospital del Oriente, en Arriondas, a que una ambulancia los trasladara al de Cabueñes, en Gijón, pues en el primero no contaban con el cirujano vascular que el hombre necesitaba. "Nos dijeron que sólo había una ambulancia, que tenían que hacer muchos servicios y que teníamos que esperar", relata Sánchez. Fuentes sanitarias aseguraron que hay dos vehículos en el centro comarcal y cabe esperar que los traslados que se realizaron previos al de Peri se ralentizaran debido al temporal de nieve que aún afectaba a muchos viales en la comarca.

Las mismas fuentes explicaron que dieron "lógica prioridad a aquellos traslados que eran preferentes", algo que María Teresa Sánchez no interpreta así, pues considera que disponer de estos medios es "una auténtica vergüenza". La piloñesa interpuso una reclamación en el servicio de Urgencias del Grande-Covián. Su marido padece esclerosis múltiple y presentaba una herida "bastante grave" en un pie, tanto que "posiblemente le van a amputar la pierna", explicó su esposa antes de describir que el paciente "estuvo incomodísimo", pues tuvo que pasar las once horas en una camilla.