Ignacio Prendes se convirtió ayer en el epicentro del terremoto que sacude a UPyD en toda España desde el escrutinio de las elecciones andaluzas. La marcha forzada por el diputado asturiano, tras plantear unilateralmente desde Asturias listas conjuntas con Ciudadanos, es la última réplica de un seísmo que Rosa Díez trata de contener a marchas forzadas. En UPyD de Aragón se daba ayer por hecho una maniobra idéntica a la de Asturias para buscar un acercamiento con Ciudadanos previo a la cita electoral de mayo.

Rosa Díez ofreció a través de su página de Facebook su versión sobre la salida de Ignacio Prendes y acabó pidiendo personalmente disculpas al electorado en los siguientes términos: "Pido perdón a los ciudadanos de Asturias por haber tenido un representante de UPyD en las instituciones capaz de tal muestra de deshonor y de deslealtad para con el proyecto y los afiliados que le eligieron. Siento vergüenza ajena". Antes había comentado, con detalle, el transcurso de la asamblea en la que, según la líder magenta, el diputado asturiano reconoció que llevaba tiempo negociando con Ciudadanos, "para saber si había puente para pasar al otro lado...". Tanto Rosa Díez como Andrés Herzog extendieron sus críticas al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, por el episodio asturiano. La réplica del líder naranja no tardó en llegar. "La crisis de los otros no es cosa mía. En este país, los que llevan más años haciendo política deberían hacer más autocrítica y no buscar los errores propios en los de fuera", afirmó Rivera.

Y mientras en las bases de Ciudadanos de Asturias hubo sorpresa con el desembarco del sector mayoritario de UPyD en su partido, más por las formas que por el fondo. Y es que los militantes estaban convencidos de que habría primarias para elegir la lista regional. Por otra parte, la Junta Electoral deberá estudiar ahora si UPyD debe cubrir la vacante de Prendes en el parlamento.