La Junta General del Principado aborda la próxima semana el debate de investidura del presidente del Gobierno con la izquierda dividida y el socialista Javier Fernández como favorito a la reelección. La presidenta del PP, Mercedes Fernández, aspira aún a aglutinar el voto de los conservadores, mientras que la tercera fuerza política, Podemos, también presentará candidato a la investidura, con la vista puesta en los cinco escaños de IU.

Por esas casualidades aritméticas que a veces tiene la política, la cifra mágica de la investidura es el 14: son los diputados con los que cuenta el PSOE, pero también los que podría obtener el PP si logra el apoyo de alguno de los minoritarios (su vista está puesta en Foro Asturias) y los que cosecharía Emilio León si lograra sumar a sus parlamentarios los cinco votos de IU. Cabría, con esa combinación, un empate a tres en catorce, que podría deshacer Ciudadanos, con sus tres representantes.

Parece, no obstante, que el empate a tres es sumamente improbable. IU ha decidido abstenerse, a no ser que pueda hilvanarse en el último momento un acuerdo que sume a todas las fuerzas de izquierda, PSOE, Podemos y ellos mismos. "Hasta el último minuto no abandonamos la esperanza de un gobierno fuerte, pero creo sinceramente que no hay voluntad de acuerdo. No hemos estado a la altura de las circunstancias. Perdemos una oportunidad de impulsar el cambio que han pedido los electores, y creo que la investidura va a ser una ceremonia de impotencia", aseguró Gaspar Llamazares, tras acudir a la sede de IU de Oviedo para depositar su voto en la consulta a las bases sobre la sesión de investidura, que celebró ayer la coalición en Asturias. Los afiliados tuvieron que responder a la pregunta: "¿Estás de acuerdo en que IU se abstenga de no alcanzarse un acuerdo para un gobierno fuerte con un programa de izquierdas?". El planteamiento suscitó las críticas algún sector, que consideran que se trata de una "manipulación, más que un referéndum", ya que "nos piden que IU se abstenga, pero de forma condicionada. O sea que lo que se vota lo pueden cambiar si alguien considera que han variado las condiciones", critican miembros de la corriente interna Faciendo.

Con el blindaje de los votos de las bases, Llamazares afronta la investidura con las cartas boca arriba: o hay un pacto de gobierno tripartito, o no habrá apoyo para los socialistas y tampoco para Podemos. El portavoz de esta formación, Emilio León, no tira sin embargo la toalla, y ayer volvió a insistir en la "afinidad programática" con la coalición para impulsar "un bloque de cambio". León reclamó a IU que con sus votos facilite que Podemos pase a la segunda vuelta de la votación (lo que sería posible si Mercedes Fernández no cosecha más que el apoyo de los suyos) lo que abriría "la posibilidad de un cambio" en la política asturiana. León insistió en que no es posible un acuerdo con el PSOE ya que "no han da do muestra alguna de tener una voluntad de cambio, ni en sus políticas ni en la lucha contra la corrupción".

El PSOE, por su parte, no quiso hacer valoraciones sobre el punto de salida de la investidura, porque "no queremos contribuir a la confusión. Ofrecimos hablar con todos, dos fuerzas políticas han decidido presentarse, están en su derecho a hacerlo, y a partir de ahí, lo que ocurra se sabrá la próxima semana", señalaron fuentes de la FSA.

Mercedes Fernández, presidenta del PP, considera que como "referente" de los conservadores en Asturias tiene la obligación de presentar candidatura y de exponer las líneas de su programa de gobierno. "Nos presentaremos a la investidura y pediremos el apoyo de los grupos que se identifiquen con nuestros planteamientos. El PSOE gobernó en la pasada legislatura con 17 diputados, y pudo hacerlo porque hay un margen ejecutivo amplio, buscando apoyos en el Parlamento. Los tiempos han cambiado, ya no hay grandes mayorías. Los viejos clichés de Llamazares ya no sirven", manifestó, en respuesta a la idea del portavoz de la coalición de que Asturias necesita "un gobierno fuerte". El PP podría conseguir hasta 17 apoyos si logra el voto de Foro y de Ciudadanos, y la izquierda, como ya parece inevitable, acude dividida, aunque parece difícil que logre vertebrar ese eje conservador.

Cristina Coto, presidenta de Foro Asturias, no desveló el voto de su partido, porque "lo que queremos es escuchar propuestas, no un debate sobre personas". Coto aseguró estar "preocupada" por las declaraciones sobre la investidura: "No se ha transmitido a la opinión pública ni una sola palabra de los contenidos. Es una muestra más de la degradación de la vida pública de la que es, en gran parte, responsable el PSOE, que debe marcar el debate público, ya que parte como favorito. Creemos que se va a la investidura con pactos que no han salido a la luz, porque la marrullería con la que se constituyó la Mesa de la Junta no se hizo a cambio de nada", concluyó Coto, en referencia al eje del PSOE con IU y Ciudadanos.

El portavoz de Ciudadanos, Nicanor García, niega sin embargo que haya pacto alguno, e incluso expresa su estupor porque ninguno de los candidatos haya iniciado conversaciones programáticas. "No nos han llamado, y creo que no han llamado a nadie. Parece que se conforman con obtener sus propios votos, esperar a que los demás se abstengan y que el PSOE gobierne en minoría. Me parece preocupante, se ignora que lo que quieren los ciudadanos es diálogo", afirmó.