La jubilación de profesorado en las facultades de Medicina de todo el país se presenta como un problema acuciante para las universidades en la medida en que no se están cubriendo las plazas al ritmo que se producen las vacantes. La comisión sectorial de Profesorado del G-9 -que representa a las universidades públicas que son únicas en sus respectivas comunidades autónomas-, lanzó ayer, tras su reunión en Oviedo, una llamada de atención sobre el déficit de docentes en los estudios de Medicina. Y en el caso de la Universidad asturiana esa situación pone en peligro los estudios de Medicina, de tal manera que cuando se evalúe el grado, proceso que deberán pasar a partir de ahora todas las titulaciones adaptadas a Bolonia a través de la Agencia Nacional para la Evaluación y la Acreditación (ANECA), el de Medicina de Oviedo podría no obtener el visto bueno del órgano estatal porque el incremento de alumnado que reciben no está siendo atendido de la misma manera con profesorado.

"Hace seis años eran 70 profesores vinculados (médicos que trabajan como profesores en la Facultad) y ahora son menos de 50", apuntó el rector de la Universidad de Oviedo, Vicente Gotor. Esos profesores que quedan tienen una media de edad de 63 años. "La plantilla está muy envejecida y necesita indudablemente una renovación", insistió el máximo responsable de la institución docente. Por ello, Gotor recalcó que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) tiene una tasa de reposición que, en un momento determinado, tendrá que "utilizar también" para profesores vinculados no solo los estatutarios, que era la figura de la que ahora se responsabiliza el Sespa.

En ese contexto, y tras mantener dos reuniones con el consejero de Sanidad, Francisco del Busto, el Rector insistió en que cuando se evalúe el grado de Medicina "puede tener problemas" ante esta disminución de profesorado. Julio Antonio González, vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, cifró en 36 el número de profesores funcionarios que el próximo año se van a jubilar. Así, al problema específico de Medicina se suman los 136 docentes que se encuentran a la espera de la convocatoria de nuevas plazas, igual que los otros 106 docentes que cuentan ya con la acreditación para catedráticos de Universidad. "No se llega ni al 50% de tasa reposición", explican desde la Universidad, pese a que para 2016 la denominada tasa de reposición en el sistema universitario español (el sistema que permite cubrir las vacantes que dejan las jubilaciones) va a pasar del 50% al 100%, con la obligación de que un 15% tiene que ser para facilitar el tránsito a la figura de contratado doctor. "El gobierno debe reflexionar y cambiar la política de últimos años respecto a personal de últimos años", sugirió el vicerrector de Profesorado, pues la convocatoria de nuevas plazas representa "un gran apoyo para que la gente joven pueda estabilizarse o promocionarse".

Por eso, desde el equipo rectoral realizan una llamada de atención para resolver esa tasa de reposición acumulada de los últimos años, que en algún momento llegó a situarse en el 10%. "En Cantabria el Servicio de Salud cedió tantas plazas a la Universidad como las que la Universidad creó para otras áreas; ahí sí están reaccionando positivamente y en Valladolid les ofrecieron cuatro plazas cosa que aquí, de momento, no se ha hecho", continuó Julio Antonio González. Si bien la cesión de la tasa de reposición por parte de los servicios de salud de las comunidades autónomas para cubrir plazas de profesores en las facultades de Medicina está siendo un problema generalizado en todo el sistema universitario español, como reconoció el rector extremeño y presidente de la comisión sectorial de Profesorado del G-9, Segundo Piriz, en la Universidad de Oviedo queda en peligro, además, la continuidad del grado si en la evaluación realizada por la Agencia Nacional para la Acreditación no da de paso el número actual de docentes para los alumnos que recibe la Facultad pues los especialistas médicos que trabajan como docentes no están siendo repuestos a medida que se jubilan.