Cantabria tiene aproximadamente una treintena de incendios forestales activos, principalmente en Cabuérniga, sin que "ninguno" haya ido "a más" por lo que la situación está "estabilizada" y "más o menos controlada", según el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que confía en que llueva "para que acabe esta pesadilla hoy".

"Las previsiones es que va a llover pero como no aciertan nunca...", ha dicho Revilla, quien ha señalado que "el mejor apaga-incendios es que empezara a llover".

Cuestionado por los medios de comunicación cuando ha acudido a votar a Astillero, Revilla ha reconocido que la aparición de incendios era algo "previsible" tras 15 o 20 días de viento sur que han hecho que todo este "seco" y que, al no llover, ha hecho que la hojarasca en los bosques se convierta en una "tea".

"Yo no he usado este año ni la gabardina ni el abrigo", ha dicho Revilla, quien ha señalado que esa situación "no es normal" puesto que es ya Navidad y lo ha atribuido a los efectos del cambio climático.

Revilla ha recordado que en otros puntos de la Cornisa Cantábrica, como Asturias o Galicia, también están sufriendo incendios.

Sobre el origen, el presidente regional cree que hay algunos que pueden ser "ocasionales" pero considera que "la mayoría" pueden deberse a "pirómanos insensatos".

"Entre los que pueden ser ocasionales pero la mayoría ... sabemos que hay piromanos y que hay gente que tiene una mala práctica de pensar que quemando un bosque, se regenera el bosque y que luego hay pastos. Es un error", ha lamentado Revilla, quien ha recordado que está colaborando la Unidad Militar de Emergencia (UME) en las labores de extinción en Cantabria, con la especialización y recursos de los que dispone.