Los jóvenes asturianos se enganchan al "botellón". El último estudio sobre la situación del consumo de drogas y bebidas alcohólicas en el Principado revela que la moda de tomar seis o más "cacharros" en un intervalo de tiempo de dos horas se dispara entre los más jóvenes. El 52,2% de los chicos y el 43,8% de las chicas menores de 18 años practican el denominado "binge drinking", es decir, ingerir grandes cantidades de alcohol en el menor tiempo posible hasta llegar en algunos casos al coma etílico. Los datos son especialmente preocupantes entre las adolescentes, que llegan a beber más que ellos durante los fines de semana. El director general de Salud Pública, Antonio Molejón, alerta de un cambio de tendencia en la región, pasando de un modelo mediterráneo, caracterizado por un consumo diario y moderado, a uno nórdico, basado en el consumo elevado y concentrado en los sábados y domingos.

El informe, elaborado por el Gobierno del Principado y presentado ayer en Oviedo, confirma una caída del consumo de tabaco y de drogas en la región -las principales, cannabis y cocaína-, pero pinta un escenario negro para alcohol y los hipnosedantes. Con respecto a este último grupo, Antonio Malejón advierte de que la ingestión de tranquilizantes, sedantes o somníferos es un problema que afecta básicamente al sexo femenino. Las asturianas multiplican por tres los porcentajes de los hombres. Y la población de hasta 18 años sigue el patrón: el 11,3% de las menores afirman consumir estas sustancias frente a un 9,9% de los chicos. La adicción comienza ya a los 14 años.

La diferencia entre géneros se acorta en el caso del consumo de bebidas alcohólicas. Tanto es así que el estudio del Principado augura un futuro en el que los problemas de salud relacionados con las borracheras acabarán equiparándose entre hombres y mujeres. De hecho, las estudiantes de Secundaria ya adelantan a los chicos en las categorías de "consumos en los últimos 30 días" y "consumo de fin de semana", según la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (Estudes). Más de un 80% de ellas siguen esta tendencia. En cambio, en la población adulta, los varones siguen siendo los que más se aficionan a los cubatas. Sobre todo, si se habla de un consumo diario: un 15,6% frente a un 3,1%. En este sentido, el estudio destaca que un 4% de los asturianos de más de 15 años sufre riesgo crónico de salud por consumo de alcohol.

Todavía más alarmante es que los jóvenes no sólo beben "cacharros" los fines de semana, sino también entre semana. Lo hacen además el 38,2% de los chicos y el 28% de las chicas. Por su parte, el consumo diario afecta al 3,3% de los adolescentes. La edad a la que empiezan a ingerir las primeras copas es a los 14 años, aunque es a los 15 cuando ya se aficionan a los atracones de alcohol. Esta edad de inicio se ha incrementado en medio año desde 2008, por lo que el informe regional "niega la leyenda urbana de que los jóvenes son cada vez más precoces en el consumo de alcohol". Por primera vez, los chicos se adelantan ligeramente a las chicas: los 13,9 años de ellos frente a los 14,1 años de ellas.

En términos nacionales, el Principado se sitúa ligeramente por encima de España. Muy pocos asturianos no han probado nunca una caña o un cubata. Sólo el 2,4% de la población está libre de alcohol.