La mejor forma de darse a conocer es jugar fuera de casa. Cuatro empresas sidreras asturianas lo harán mañana en Guipúzcoa, en una cata internacional que pretende mostrar a un público especializado las variedades de productos mucho más allá de la tradicional sidra natural.
Aseguraba ayer el enólogo y doctor en Química Juan Zuriarrain, que mañana dirigirá la cata y explicará esos productos, que el objetivo "no es sólo confraternizar" sino "extender la cultura de la sidra, ese producto que nos une como tierras que somos de la cornisa cantábrica".
Hasta el llagar de Araeta, en San Sebastián, se irán la sidra de nueva expresión Villacubera, de Cortina; la sidra con frutas Hera Membrillo, de Panizales; las sidras espumosas del llagar Riestra, de Sariego, y la sidra de hielo de la Viuda de Angelón.
Tendrán enfrente un grupo selecto que proviene, explica Juan Zuriarrain, del mundo de la hostelería y de las tiendas especializadas en alimentación selecta. Y también algunos amantes de la sidra en todas sus variedades.
Las hay a conciencia. La cata incluye algunas de las marcas ganadoras del gijonés Salón Internacionales de les Sidres de Gala 2015. Allí estarán los asturianos, pero también dos productores franceses y una representación de sidras vascas: mosto de sidra, sidras espumosas, sidras de crianza y presencia de otras frutas que rompen definitivamente la hegemonía absoluta de la manzana.
La pera se ha convertido en la segunda fruta del ranking de producción. En Francia, la casa Ecusson la hace y también la normanda Kalysle de Kystin. En Guipúzcoa, el llagar de Araeta hace sidra de pera. Todo un mundo por explorar.
"En Asturias hace diez años todos estos productos serían impensables, pero en Euskadi hace cuatro años nadie hablaba de ello. Y es verdad que al público más tradicional de la sidra esta variedad le choca un poco", reconoce Zuriarrain. La variedad "dignifica aún más la sidra y, de paso, llega a mercados hasta la fecha vedados a la sidra natural".
El enólogo vasco elogia los productos asturianos, la "esencia" de la sidra de nueva expresión de Cortina, la "gustosidad diferente y la coloración" de la sidra con frutas de Panizales, "una innovación total"; la "concentración de sabores" de la sidra de hielo de Angelón, o "los procesos naturales de la segunda fermentación" que convierte una sidra natural en una espumosa de alta calidad, como ocurre con el producto que mostrará Riestra.
"Hay quien puede calificar los nuevos productos de exóticos, pero aquí hay un intento de modernidad sin perder la tradición. La sidra es cultura y economía", dice el director de la cata. Y en este mundo de tradición y modernidad Asturias aún tiene mucho que decir, y un puñado de cosas que enseñar.
El Salón Internacional de les Sidres de Gala (Sisga) se celebra en Gijón. A la última edición fueron presentados productos de nueve países europeos.