La labor técnica y de gestión de Sabino García Vallina, al frente de la empresa TSK, colocando a la firma como una de las ingenierías punteras en el ámbito nacional y como una de las líderes mundiales en energía termosolar le ha valido a este industrial, nacido en Celles (Siero), para alzarse con el premio "Ingeniero del Año" en la categoría "Gran trayectoria profesional". Sus compañeros de profesión destacaron su capacidad para mantener a la compañía en lo alto "también en épocas difíciles" tras "mucho esfuerzo y sacrificio". El reconocimiento, impulsado por la Fundación Caja Rural, en colaboración con la empresa Fluor y la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, se entregará en octubre. El jurado, presidido por el también ingeniero Enrique Macián, cabeza visible de la multinacional Dupont en Asturias, e integrado por el director general de FADE, Alberto González; el director general de Fluor, Juan Vicente Piñera; el presidente de Caja Rural Asturias, José María Quirós; la directora de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero y el director de El Comercio, Marcelino Gutiérrez, acordó por unanimidad, el reconocimiento de carácter honorífico para García Vallina por haber creado y seguir creando puestos de trabajo desde Asturias, "muchos de ellos de elevado perfil técnico". Además, destacaron la "importante colaboración" que mantiene con la Universidad, aspecto del que dio cuenta el secretario del jurado y director de la Politécnica, Juan Carlos Campo, quien detalló el "fuerte compromiso" de TSK con la sociedad asturiana pese a que el 97% de su facturación procede de mercados internacionales. "Tiene merecido dónde llegó y a dónde ha llevado a la empresa. Es un chaval que trabaja 24 horas", valoran sus allegados.

El segundo de los galardonados, en la categoría "Proyección de futuro" es Jorge Luis Rodríguez Rodríguez, ingeniero de Caminos, que ha colocado a la empresa Vectio, desde sus oficinas en la calle Uría de Oviedo, en una situación puntera en la ingeniería de tráfico y transporte. Suyo es un proyecto pionero en Asturias para la gestión del tráfico, las turboglorietas, que estrenaron para transformar la travesía de la N-634 en Grado en vía urbana. El jurado valoró asimismo la formación internacional y actividad "divulgadora y emprendedora" de Rodríguez, quien comenzó como ingeniero junior hace ocho años y hoy es director de proyectos. Su candidatura fue propuesta por el Colegio de Ingenieros de Caminos, iniciativa que él mismo recibió "con sorpresa" y "agradecimiento". "Nuestra labor no es construir sino estudiar y optimizar las redes de transporte", remarcó el galardonado.