El envejecimiento y la pérdida de población es uno de los problemas más graves, sino el que más, de la región. De hecho, ya trasciende el ámbito social para afectar al económico, advirtió ayer el Consejo Económico y Social (CES), que reclamó "un gran pacto" y que se abandonen ya los diagnósticos "para concretar medidas a corto y medio plazo".

Asturias es desde hace años la región más envejecida del país. Pero los últimos datos correspondientes a 2015 evidencian que los mayores de 65 años ya suponen el 24% del total de los habitantes del Principado. Este colectivo ya duplica al de los menores de 16.

Estos datos tienen ya su traducción en el mercado de trabajo y en el gasto social. "A corto plazo hay que saber cómo gestionar el envejecimiento de la población", explicó Marta Álvarez, presidenta de la comisión de análisis económico y social del CES durante la presentación del Informe de Situación Económica y Social de Asturias en 2015.

Flanqueada por el presidente del CES, Nicolás Álvarez y la coordinadora de dicho estudio, Aida Fernández, Marta Álvarez explicó que el problema demográfico provoca que Asturias registre la tasa de actividad más baja del país, de sólo el 51%. "En el mercado laboral se tiene que producir un relevo generacional inminente, especialmente en el sector industrial", el motor de la economía asturiana. "Hay necesidad de personas lo mejor formadas posibles precisamente cuando Asturias dispone de poca gente y hay que capacitarla", aseveró la presidenta de la comisión económica del CES.

La industria asturiana tendrá que relevar en una década a 18.000 trabajadores, el 25% de la plantilla actual del sector. De ese total, la mitad, 9.000, corresponden al sector metalúrgico, estratégico para sostener la economía regional. La patronal del sector, Femetal, hace años que advierte de la "necesidad urgente" de formar profesionales cualificados para abordar las sustituciones, y las empresas de trabajo temporal ya advirtieron el otoño pasado que tienen dificultades para atender la demanda de trabajadores con perfiles especializados.

"Necesitamos concienciación y medias concretas a corto y medio plazo. Siempre se ve este problema a largo plazo, pero ya lo tenemos aquí. Se requiere un gran consenso y concretar medidas ya", afirmó Marta Álvarez.

El CES, poco favorable a realizar previsiones, indicó ayer sin embargo que para este año se prevé cierta desaceleración económica en la región, acorde con las proyecciones para la nacional y la europea. "Es difícil hacer previsiones, pero lo que sí se puede avanzar es que los focos de incertidumbre son importantes", explicó Marta Álvarez. A la prolongación en el tiempo de un Gobierno en funciones se suma que "habrá que implantar medidas exigidas desde la UE al haber incumplido los objetivos de déficit. Esta situación afectará al conjunto del país y a Asturias, cuya economía está muy relacionada con la nacional".

A nivel europeo es una incertidumbre el impacto de la salida del Reino Unido de la UE, el bautizado como "Brexit". Y a todo ello se suman las dudas sobre la evolución de las economías emergentes, que el año pasado sufrieron una desaceleración, además de la evolución del precio del petróleo, entre otras variables, explicó Álvarez.