Después del día más caluroso de agosto, llegó la gran tormenta asturiana. Entre el miércoles y el jueves se registraron en la región más de 30 litros por metro cuadrado de precipitaciones y 5.440 rayos. Fueron las descargas eléctricas más intensas de un verano con claros y sombras. Mientras que el lunes la región ardió de calor con temperaturas que superaron los 35 grados centígrados, el jueves cayó el mayor chaparrón de España. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), solo durante esa jornada se acumularon 20 litros por metro cuadrado de agua. El tiempo continuará inestable este fin de semana, aunque para hoy se prevé poca nubosidad y altas temperaturas, sin descartarse brumas.

La distribución de la lluvia caída estos días en la comunidad fue irregular, según destaca el delegado territorial de la Aemet, Manuel Antonio Mora. En Oviedo se recogieron entre miércoles y jueves unos 10 litros, en Gijón, 5,5 y en Avilés, 12. Esta inestabilidad también se aprecia en las gráficas de precipitaciones de todo el mes. "Hasta hoy en Oviedo se recogieron 32,9 litros cuando lo normal son 35. En Gijón llevamos 9,4 y lo habitual es 35,5. Y en Avilés se contabilizan 10,7 y lo normal es 36,6", explica. Estos datos demuestran que el verano en Asturias, y por extensión en España, está siendo más seco de lo usual. De hecho, ayer la portavoz de la Aemet, Ana Casals, indicó que el año hidrológico -va del 1 de octubre de 2015 al 30 de septiembre de 2016- continúa en descenso. "Hasta el 23 de agosto llovió en el conjunto del país 585 litros por metro cuadrado, un dos por ciento menos de lo habitual, que son 595", detalló Casals.

Las espectaculares tormentas que se produjeron esta semana en el Principado se deben, según explica Manuel Antonio Mora, al desplazamiento vertical de masas de aire húmedo que pudieron alcanzar los 14 kilómetros de altura. "En verano, el mecanismo fundamental para que se originen esas corrientes es la diferencia de densidad. El aire se calienta por acción directa del sol (se vuelve menos denso) y en entornos con brisa relativamente fría (más denso) asciende libremente como lo haría un globo aerostático. Al subir, el aire se va enfriando y el vapor de agua que contiene condensa en gotas formando la nube 'cumulonimbo'", comenta para seguir con la explicación.

"Las corrientes verticales continúan y, en niveles suficientemente altos, el agua se congela. Complejos mecanismos de electrificación, en los que es determinante la fricción entre partículas de hielo y las gotas líquidas en constante movimiento, originan acumulaciones separadas de cargas eléctricas (positivas y negativas) que darán lugar posteriormente a los rayos", agrega. El miércoles se registraron en un radio de 100 kilómetros -la distancia entre Llanes y la capital del Principado- centrado en el entorno Oviedo y las comarcas de Gijón y Avilés un total de 2.491 descargas eléctricas y el jueves, alguno más: 2.949.

Para hoy, la Aemet prevé poca nubosidad con bancos de niebla dispersos. Las probabilidades de lluvia son bajas, aunque no se descarta alguna precipitación aislada en los Picos de Europa. Las temperaturas máximas estarán en ascenso, llegando a rozar los 30 grados. Para mañana ya se esperan lluvias y brumas durante la mañana y tormentas ocasionales acompañadas de granizo por la tarde. Los termómetros volverán a descender.