IU prevé pasar por el tamiz de su militancia la decisión de retirar al Gobierno del Principado su único apoyo parlamentario rompiendo el acuerdo de investidura que hizo presidente a Javier Fernández. Jaime Gareth Flórez, secretario de Política Municipal de la dirección saliente de IU, dio por hecha la consulta un poco para ponerla como ejemplo ante el PSOE y otro poco para emplearla como munición en el enfrentamiento abierto entre las dos fuerzas políticas, enquistado a cuenta de la abstención socialista para dejar gobernar a Mariano Rajoy. "Nosotros vamos a consultar a nuestros militantes; si el PSOE hubiera consultado a los suyos", sostuvo ayer Flórez, "ahora la situación política sería otra".

La coalición daba así más cuerda al reloj de la cuenta atrás del acuerdo una vez que también su portavoz en la Junta, Gaspar Llamazares, también se puso ayer en situación alimentando un posible remedo asturiano de la entente que ellos ya ven entre PSOE y PP en Madrid. "Quien facilita el acercamiento del PP al gobierno de Asturias", dijo ayer, "es quien permite el gobierno del PP en el Estado, y ese es el PSOE y el presidente de su gestora, Javier Fernández". Por si no hubiese quedado claro, Llamazares remató con un "no estamos tan seguros de que la FSA no esté pensando en un presupuesto con el PP".

El caso es que el Gobierno socialista e IU se mueven "en dos planos diferentes". Y que acaso sea esto, que ayer dijo así el consejero de la Presidencia y portavoz del Ejecutivo autonómico, Guillermo Martínez, lo único en lo que están de acuerdo. Martínez se refería a esa convicción suya de la que disiente la coalición y según la cual el Congreso y la Junta "son dos situaciones distintas que imponen condiciones distintas" y "no existe contradicción alguna entre la abstención y el pacto de investidura en Asturias". A la sola mención de la aproximación al PP responde Martínez rotundamente que no, que el Principado sigue "empeñado" en el diálogo fiscal y presupuestario con sus afines ideológicos de la izquierda, IU y Podemos, y que ahí los populares, parapetados tras la supresión del Impuesto de Sucesiones, no ofrecen nada nuevo. El Gobierno, resume, mantiene sus "compromisos, su orientación política y sus prioridades parlamentarias".

Sin reconocer expresamente que después de la abstención será mucho más difícil entenderse, o que directamente IU y PSOE ya caminan separados, Martínez dice no comprender el desplante de la coalición. No entiende que "una decisión interna" del PSOE, tomada en Madrid como única solución para desbloquear un Congreso "sin mayoría de izquierdas", haya determinado un cambio de estrategia de IU en el parlamento asturiano, con su correlación de fuerzas escorada a la izquierda y su tarea pendiente de articular con ella "una mayoría de acción política", o eso dice el Consejero que sigue pensando el Gobierno.

Desde la coalición, en plena recta final hacia el proceso de elección de su nuevo coordinador general en Asturias, se niega la mayor respecto al cumplimiento del pacto, se señala a Javier Fernández como responsable de la brecha abierta entre las dos formaciones y se detecta cierta falta "de intuición y de finura política" cuando en la FSA se afirma que los movimientos en IU obedecen a su "momento asambleario". "Si hay algo que nos une a los cuatro candidatos a coordinador general es esto", opuso ayer Alejandro Suárez, uno de los que concurrirán mañana por el liderazgo de la organización. Que "si Javier Fernández va a Madrid a alejar toda posibilidad de pacto por la izquierda y no escucha a sus bases, mal puede pretender que las de IU le den su apoyo".

La presidenta de Foro, Cristina Coto, aseguró al término de la reunión de la comisión directiva de su partido, que la retirada del apoyo de IU al Gobierno "es una buena oportunidad para que Javier Fernández salga de su pasotismo continuista y apueste por cambiar los ejes básicos de la política que llevaron a Asturias a la cola de España".