Sobre la mesa de la negociación presupuestaria, la que el Gobierno del Principado espera abrir esta semana con sus supuestos afines de la izquierda, Podemos lanzará la exigencia de "un cambio de actitud", IU la demanda de unas cuentas "expansivas" y, otra vez, "de cambio". El PSOE lleva la conciencia "realista" de que la previa viene llena de "propuestas que no van en la dirección del acuerdo". La formación morada ni siquiera había recibido a primera hora de la tarde de ayer confirmación alguna de que la pretensión del Ejecutivo fuera inaugurar el diálogo de aquí al viernes, señal inequívoca de que casi nada empieza bien.

El portavoz socialista, Fernando Lastra, se enfrenta a las dificultades que amenazan una negociación llena de vías de agua tratando de cerrar al menos la que abrió el jueves el voto en contra de su grupo a las reformas fiscales propuestas por IU y Podemos en el debate de orientación. Aquel rechazo echó sal en las heridas -Gaspar Llamazares (IU) afeó al Gobierno sus contradicciones; Emilio León (Podemos) lamentó ayer el "portazo" de Javier Fernández-, el bálsamo de Lastra es la conciencia de que ambas propuestas eran "muy diferentes", la constatación de que el resultado final de este proceso de diálogo no ha de ser "la suma de las propuestas individuales, sino el resultado del acuerdo y del consenso".

Mientras él ve "margen temporal político y capacidad de entendimiento", Llamazares sustancia su nueva posición de oposicion "exigente y constructiva" en unos presupuestos "expansivos en materia de gasto, que favorezcan el crecimiento de la economía", que den respuesta a prioridades como "el plan de recuperación de la salud mental, la expansión de la educación para menores de tres años o la dotación suficiente del salario social", y que esté concluido entre finales de este mes y comienzos del próximo.

La negociación seguirá con reuniones a dos bandas, "porque Podemos no es partidario" de hablar a tres, precisa Lastra, y la formación morada querrá de antemano un papel. Uno que contenga "una propuesta por escrito en firme" y destile una voluntad de "cambiar de actitud" que no han visto hasta ahora. Preocupa, al decir de Emilio León, el voto socialista en contra no sólo de su propuesta fiscal, también de "la auditoría de Vipasa o de la ley del salario social".

El panorama se completa con el enésimo portazo del PSOE a los que como el PP "plantean suprimir impuestos" y el lamento colectivo por el retraso del diálogo. Nicanor García (Ciudadanos) se queja de que aún "no tenemos ninguna información" y Cristina Coto (Foro), de que la demora informa de que "este Gobierno no tiene mayor interés en tener presupuestos".