Renfe resolverá este martes el contrato de suministro y mantenimiento de treinta nuevos trenes AVE, cuyo precio global se ha establecido en 2.642 millones de euros. Talgo, una de las empresas que compite (junto a Alstom, CAF y Siemens) tiene incluido en su oferta un novedoso convoy de Alta Velocidad capaz de circular indistintamente por tendidos específicos de AVE y de ancho ibérico, al igual que hace ahora el Alvia, en la línea de Gijón a Madrid. Sin embargo, el denominado "Avril" alcanza los 350 kilómetros por hora en los itinerarios de Alta Velocidad, por los que el Alvia circula ahora a un máximo de 250 por hora.

El tendido del Principado a la capital de España es de Renfe (ibérico) hasta León y de AVE de ahí a Chamartín. El "Avril", llegado el caso, circularía en ancho ibérico en el primer tramo, a una velocidad similar a la del Alvia, pero de León a Madrid estaría capacitado para ir a 350 kilómetros por hora, lo que permitiría reducir en alrededor de media hora los actuales tiempos de viaje del Alvia, hasta dejarlos en unas tres horas y media para los servicios que no tiene más parada intermedia que Valladolid.

La apertura de la Variante supondrá un recorte adicional de entre 50 minutos y una hora, con lo que el desplazamiento a Chamartín con el nuevo modelo de tren quedaría en el entorno de las dos horas y media. Y sin necesidad de cambiar vías.

El acuerdo para la investidura de Mariano Rajoy suscrito entre el PP y Ciudadanos incluye el compromiso expreso de que la Variante abra a lo largo del año que viene. Sin embargo, los técnicos ligados a la obra consideran "imposible" que lo haga antes del segundo semestre de 2018. Y eso "en el mejor de los casos".

El "Avril" conseguiría llevar antes la Alta Velocidad al País Vasco, Galicia o Asturias, sin necesidad de construir carriles adicionales, hasta que se termine la vía de Alta Velocidad en todos esos recorridos", sostienen los responsables de Talgo.