Ola de robos en las zonas rurales del Oriente y el Centro de la región. La Guardia Civil ha recibido medio centenar de denuncias en las últimas semanas por asaltos en viviendas de los concejos de Llanera, Villaviciosa, Siero, Nava, Laviana, Ribadesella y Llanes, alguno de ellos con un modus operandi similar, lo que hace pensar en bandas organizadas, aunque en algún caso más chapucero se ha visto la mano de delincuentes locales. La Guardia Civil sospecha de bandas itinerantes, especialmente una que ha dejado su sello en numerosos robos en viviendas situadas en la franja que va desde Cabezón de la Sal, en Cantabria, hasta Ribadeo, en Galicia, y que se está cebando en el Oriente de la región, como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA. Los robos están causando una auténtica psicosis en la zona rural.

El objetivo de los delincuentes son viviendas aisladas, aunque habitadas, sobre cuyos propietarios se realiza un seguimiento. Cuando los dueños abandonan la vivienda, aunque sea por un corto espacio de tiempo, los delincuentes aprovechan para entrar en la casa y llevar todos los objetos de valor. Uno de los grupos que está actuando, especialmente en el Oriente de la región, actuaría con equipos de tres personas, aunque la banda estaría formada por un mayor número de personas, perfectamente jerarquizadas. Dos de los integrantes del equipo perpetran los robos en las viviendas, mientras un tercero se queda vigilando a bordo del vehículo en el que emprenden la huida, presumiblemente fuera de la región.

Con la llegada del invierno este tipo de robos suele ser bastante habitual, según indican las fuerzas de seguridad. Los delincuentes aprovechan la franja que va entre las seis de la tarde, hora a la que oscurece, y las nueve de la noche -la hora de la cena, el momento en el que muchos propietarios de viviendas regresan a casa- para perpetrar los robos, aprovechando la escasez de luz.

Otro de los grupos detectados por la Guardia Civil, especializado en el asalto de locales comerciales, estaría integrado por delincuentes extranjeros que colocan luego los objetos robados en el exterior, generalmente en la Europa del Este. Alguno de los robos sin embargo tendría la marca de delincuentes locales. Los agentes llegan a esa conclusión porque en los autores de los asaltos solo se han llevado comida y objetos de poca monta.

El año pasado por estas fechas también se registró una ola de robos, aunque afectó a los concejos del Occidente de la región. Los autores, la mayoría rumanos, se llevaban dinero en efectivo y joyas, aunque también llegaron a sustraer vehículos.