La Universidad de Oviedo despidió ayer con un emotivo funeral al catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado y exdecano de la Facultad de Derecho Andrés Corsino Álvarez Cortina, "un modelo de persona y académico", en palabras del rector Santiago García Granda. Con este fallecimiento se agranda la orfandad del Derecho Eclesiástico en la cátedra de Oviedo, ya que el pasado junio hubo que lamentar el fallecimiento de la profesora del mismo área María José Villa.

La muerte le llegó a Álvarez Cortina con 64 años, "demasiado prematuramente", rubricó García Granda. El funeral, en la capilla del edificio histórico de la Universidad, fue presidido por el sacerdote mierense José Luis Álvarez Valdés, el Padre Valdés, que fue profesor del fallecido. El dominico estuvo secundado por el canónigo de la Catedral Abundio Martínez Malagón, que hasta 2008 fue capellán de la Universidad, y que en su homilía resaltó que Álvarez Cortina había sido "un hombre comprometido con la academia", pero también un "hombre de Dios". A través del Derecho en el ámbito eclesiástico llegó a conocer en profundidad una institución como la Iglesia, humana, pero de inspiración divina, y alcanzar "unas verdades que transmitió en el aula y en la vida", indicó el canónigo, quien finalizó deseando que "la Universidad sea orientadora de la transformación y el cambio que nos toca vivir".

Casi al término del funeral, el rector García Granda tomó la palabra para resaltar que Álvarez Cortina "seguirá viviendo en su obra y su familia" Era un hombre, dijo, "preocupado por el relevo generacional en su área de conocimiento". De él quedará, añadió, su trayectoria modélica en todos los sentidos. No quisieron faltar al funeral el rector de la Universidad de La Rioja, Julio Rubio, ni el secretario general de la universidad de Alcalá, Miguel Rodríguez Blanco, que fue alumno del fallecido.

Dignificar la disciplina

El actual decano de la Facultad de Derecho, José María Roca Martínez, que estuvo muchos años a su lado en el decanato y el departamento, quiso resaltar su lado humano: "Fue un profesor querido, respetado y admirado por todos, profesores y alumnos". La compañera de departamento Marita Camarero, que también tomó la palabra en el funeral, quiso rendir homenaje no solo a Álvarez Cortina, sino a la profesora María José Villa. "Ambos trataron de colocar la asignatura en el lugar que le correspondía", indicó. También confesó "la soledad" en la que ha quedado y su responsabilidad a la hora de buscar "savia nueva" para una disciplina que ofrece "una visión del Derecho muy plural y muy actual, cada vez más". Para Marita Camarero, "Andrés Álvarez Cortina era una persona estupenda, muy tranquila, responsable, muy buen compañero, de una gran seriedad en el trabajo, de la que dan cuenta sus manuales y numerosos artículos".