El Ministerio de Fomento, a través de Adif-Alta Velocidad, ha iniciado los trámites para la mejora del tramo ferroviario que conecta León con La Robla, punto de inicio de la variante de Pajares, y que resulta clave para la llegada del AVE a la región. Según ha podido saber LA NUEVA ESPAÑA, el proyecto incluye la renovación de las vías y la erradicación de varios pasos a nivel en los municipios de Cuadros y de San Andrés de Rabanedo, pero mantiene el trazado actual y el ancho específico de Renfe. Sí que recoge el plan obras tales como la sustitución de traviesas, lo que podría ser aprovechado por el administrador ferroviario para instalar piezas polivalentes que permitan una reconversión futura y sencilla a la Alta Velocidad, algo que ya está previsto en la Variante.

Fomento también tiene decidido que el primer túnel de la variante de Pajares abra al tráfico en ancho ibérico (Renfe), que es el elegido, igualmente, para los futuros tramos de Pola de Lena a Oviedo, Gijón y Avilés, o para el trazado soterrado con el que se erradicará el actual "fondo de saco" de la estación de León, en la que los trenes de Asturias pierden veinte minutos de media en maniobras de entrada o salida. Este escenario permite aventurar que el Ave "puro" tardará aún muchos años en llegar a Asturias, que, por tanto, seguirá conectada con la Meseta y Madrid con Alvias de ancho variable. Estos trenes cubrirán el viaje en unas tres horas y cuarto desde Oviedo en el plazo de un par de años, cuando esté abierta la Variante, se normalice la situación en la terminal leonesa y empiece a funcionar en toda la ruta por la Meseta el sistema de seguridad circulatorio propia del AVE, que ahora solo está de Valladolid a Chamartín.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ya dejó entrever el pasado diciembre, durante la primera visita a Asturias tras su nombramiento, que la reconversión de León-La Robla al ancho de Alta Velocidad (UIC) no iba a ser inmediata, a la vista de que el primer túnel de la Variante entrará en servicio, salvo cambios de última hora, con las características clásicas de los tendidos de Renfe. Sin embargo, sí que adelantó la posibilidad de ejecutar mejoras en el trazado como las que ahora se plantean. Se trata de una estrategia que también prevé para los tramos por el interior de la región que conectan Pajares con Oviedo, Gijón y Avilés.

La tramitación del tramo de León a La Robla arrancó en 2006 con la licitación de los estudios complementarios para la línea de Alta Velocidad de Asturias. Cuatro años después, la consultora Prointec presentó una propuesta de trazado, presupuestada en 107 millones de euros, que consistía en tres vías que seguían en líneas generales la traza actual, dos de las cuales serían de Alta Velocidad y la otra de ancho ibérico para el tráfico de mercancías. Cuando todo hacía indicar que la actuación estaba a punto de ser licitada, lo que hizo Fomento fue encargar más estudios y, ya en 2014, la redacción de un proyecto del que nada más se supo. La UE rechazó hace dos años aportar fondos del programa de infraestructuras "Conectar Europa" para financiar esta actuación.