Los "pegotes de sal" fruto de filtraciones que aparecen en algunas de las paredes policromadas de la iglesia de Santullano requieren una urgente solución. Lo planteó ayer en la Junta General la diputada de Podemos Lucía Montejo, quien también se refirió a la figura entronizada de San Miguel de Lillo como objeto de restauración a muy corto plazo. El Consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso, puso fecha a ambas actuaciones pero rechazó "cualquier alarmismo sobre el Prerrománico" y alertó contra "los experimentos" producto de las prisas.

Las preguntas al Consejero sirvieron para hacer repaso de las actuaciones pendientes. Además de las dos citadas se intervendrá en el muro norte de la iglesia de Santo Adriano de Tuñón con el objeto de corregir un problema de humedades, y al sellado de peldaños y colocación de pavimento en Santa María del Naranco. En San Salvador de Valdediós, se mejorará la cubierta de la iglesia y se iniciarán los estudios para la intervención en las pinturas. Se limpiarán sillares en Foncalada y se abordará una monitorización de los edificios con pinturas murales. Hay 250.000 euros de presupuesto para este año.

Alonso anunció que la intervención en los paramentos y las pinturas de San Miguel de Liño continuará en varias fases, según un proyecto elaborado ya por la Consejería de Educación y Cultura y validado por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). Los trabajos de rehabilitación, para este mismo año.

En cuanto a San Julián de los Prados, se están realizando los estudios técnicos previos antes de iniciar la redacción del proyecto de intervención en las pinturas que dé paso a su ejecución, prevista para 2018.