Las autonomías del Norte hicieron ayer "piña" en Vigo para "vigilar" la reforma del sistema de financiación autonómica y a favor del Corredor Atlántico, con atención prioritaria a las comunicaciones por tren, por su potencial logístico. La declaración de intenciones se plasmó en el acto de adhesión de Cantabria a la macrorregión del Suroeste de Europa (Resoe), fundada hace siete años por Galicia, Castilla y León y el norte de Portugal y a la que se sumaron en 2014 Asturias y la Región Centro del país vecino.

El presidente asturiano, Javier Fernández, dio la bienvenida al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, inspirándose en "las cantigas de amigo" del trovador Martín Codax, que "muy cerca de aquí, vuelto hacia el mar, compuso algunos de los poemas más hermosos y sencillos de la lírica medieval". Ya metido en materia, planteó que las seis regiones, que suman 13 millones de habitantes, deben "animar a los gobiernos de Portugal y España a mantener su apoyo a la edificación europea" porque, recalcó, "gran parte de nuestras reivindicaciones no tienen sentido en la medida en la que la Unión Europea continúe siendo lo que es (...) y salga de la suerte de atrofia en la que parece haberse narcotizado". Entre esas reivindicaciones, una central para los cuatro socios del norte de España, la reforma del sistema de financiación. "Conviene que sigamos trabajando juntos para que el envejecimiento y el declive demográfico sean calibrados adecuadamente" , planteó Javier Fernández, quien rehuyó hablar de "frente común en un Estado ya demasiado atravesado de tensiones, pugnas territoriales y agravios comparativos". Se trata, argumentó, de que "las comunidades con razones compartidas seamos capaces de exponerlas, argumentarlas y defenderlas" antes que entrar "en una competición de tiro de cuerda entre territorios". Fernández señaló al Gobierno central como el competente para "aplicar la visión de Estado, y no cabe duda de que la financiación autonómica exige esa especial altura de miras", pero se puso deberes para él y sus homólogos: "Creo humildemente que a los gobiernos de Castilla y León, Cantabria, Galicia y Asturias nos corresponde vigilar para que así ocurra". Un mensaje compartido por el anfitrión, el gallego Alberto Núñez Feijóo, quien subrayó la necesidad de que el envejecimiento, "ahora una cuestión de Estado", tenga el peso necesario en el nuevo modelo. Y el cántabro Revilla hizo hincapié en la necesidad de que la macrorregión se mantenga unida como una "piña" ante el reparto de fondos que se diseñarán en las políticas europeas para el periodo 2021-2017. Los retos del envejecimiento y la dispersión serán la prioridad entre los cinco pilares. "Pocos, pero no son proyectos ambiguos", matizó la portuguesa Ana Abrunhosa, en los que la Resoe centrará sus trabajos, un repóquer en el que se encuentran la Educación Superior, el turismo como yacimiento de empleo con foco en el Camino de Santiago, la competitividad empresarial, con el sector de la automoción como joya de la corona y los transportes y la logística.

Los dirigentes de la macrorregión coincidieron en señalar al ferrocarril como el medio del futuro. De ahí su apuesta por el Corredor Atlántico -el gran ausente del plan de transporte de mercancías de Fomento para lograr recursos europeos-, "un eje logístico fundamental", según Feijóo. Fernández reivindicó las conexiones ferroviarias de Alta Velocidad, la autopista del mar a Francia y "el posible eje ferroviario que avance de Portugal hasta la frontera gala" que permitiría "anudar los grandes puertos de la fachada atlántica. El potencial económico y logístico de esas obras debe animarnos a trabajar conjuntamente". Revilla fue más allá al exigir un "corredor cantábrico desde Fisterra. El presidente castellano-leonés, Juan Vicente Herrera, sacó a colación "los procesos separatistas antihistóricos", en alusión a Cataluña, a la que nadie nombró pero que parecía rondar todos los discursos.