Asturias cerró la puerta el lunes del invierno más seco desde 1981, con un 40% de déficit de lluvias. La escasez de precipitaciones fue especialmente acusada, de casi el 80%, en diciembre, un mes en el que se superaron las horas de sol propias de junio. En el Aeropuerto se contabilizaron 171,2 horas de insolación, casi el doble de lo habitual, mientras que en Oviedo, 168,4, un 154% más que la media histórica 1981-2016. En general, la estación fue cálida, con 0,6 grados más de lo habitual, según el balance ofrecido ayer por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El delegado territorial, Manuel Antonio Mora, espera que la primavera estabilice las estadísticas de lluvias. Después de 1992, 2008 y 2002, en los que se registraron 67, 154 y 198 mililitros por metro cuadrado respectivamente, este invierno fue el más seco de la serie histórica con 234 de media. La cifra es "significativa", según expresa Mora, porque es el trimestre del año en el que más agua suele caer. No obstante, lo que hay que tener en cuenta es el año hidrológico, que empezó el pasado 1 de octubre y acumula un déficit próximo al 20% en lluvias. Algunos ejemplos que evidencian esta sequía: en la estación de Gijón cayeron 173,5 mm de agua cuando lo normal son 273,2; en Avilés hubo 221,2 mm cuando lo habitual es 309,7; y en Oviedo, 155,8 mm frente a los 265,9 de otros años.

Además de muy seco, diciembre fue el mes más cálido con una temperatura media de 9,1 grados, 1,2 por encima de lo normal. Febrero también fue caluroso con 9,6 grados, 1,5 más de lo habitual. Solamente en enero fue invierno de verdad con un valor medio de 6,6 grados. En este mes, los termómetros se desplomaron a los 10,6 bajo cero el día 19 en el puerto de Leitariegos, la temperatura mínima de todo el invierno. En Degaña el mercurio descendió hasta los 10,3. Por su parte, la máxima de la estación fue de 22,4 el día 5 de diciembre en Mieres.

Con respecto al viento, el delegado territorial de la Aemet destacó que no hubo rachas importantes. Las más altas tuvieron lugar el 5 de febrero en Cabo Busto (145 kilómetros por hora) y en el Aeropuerto de Asturias (143 km/h). "Afortunadamente en diciembre, que fue muy seco, no hubo episodios destacados de viento y por eso no hubo incendios como pasó en 2015", subrayó Manuel Antonio Mora.

La combinación de temperaturas altas y precipitación escasa favoreció por otra parte que la nieve "sólo esté presente en las montañas de mayor altitud, y en pequeña cantidad". La actividad tormentosa, no propia de estas fechas, fue leve. En diciembre no se registró ninguna descarga, en enero hubo cuatro rayos el día 14 y en febrero se llegaron a acumular 179 en el día 5.

La predicción estacional para esta primavera indica que será más cálida de lo habitual e igual que otros años en precipitaciones. Sin embargo, el mal tiempo se mantendrá hasta el fin de semana. Para hoy se esperan chubascos importantes, temperaturas en continuo descenso y la cota de nieve bajará de los 1.700 a los 400 metros. De hecho, la región estará en alerta amarilla por fenómenos costeros y fuertes nevadas, que en el Suroccidente podrán dejar acumulaciones de 8 centímetros y en los Picos de Europa, de 10.

Mañana continuarán las lluvias, sin descartar que vayan acompañadas de tormentas, y la cota de nieve se situará en 300 metros para subir a lo largo del día a 600. El mal tiempo también será protagonista el viernes, y el sábado y el domingo Asturias continuará "bajo la influencia de una borrasca, con cielos muy nubosos y precipitaciones irregularmente repartidas". La predicción para la semana del 27 de marzo al 2 de abril indica que el tiempo será "ligeramente más frío", mientras que la siguiente, "normal".