La sociedad Adif-Alta Velocidad acumulaba unas pérdidas de 210 millones de euros al cierre de los nueve primeros meses de 2016, lo que supone aumentar en un 25,1% los "números rojos" del mismo periodo del ejercicio anterior. Este desfase obedece, en muy buena parte, a las provisiones dotadas por si la entidad se ve obligada a hacer frente a las reclamaciones realizadas por distintas constructoras en las líneas de Alta Velocidad. Una de ellas es Dragados, que exige al Adif la rescisión del contrato para la instalación de las vías en la parte asturiana de la Variante y una indemnización superior a los dos millones de euros.

En concreto, la compañía ha computado reservas por un total de 762 millones de euros por estos impactos, frente a las de 655 millones realizadas por las mismas causas en 2015.