IU se obligó ayer a impulsar una ley autonómica de Memoria Histórica sin prisas, como tarea "a medio plazo", pero con una vocación de "amplio consenso que vaya más allá de la izquierda". Hasta ahí, la ruta está marcada en una proposición recién registrada en la Junta que buscará el apoyo de la cámara para dar los pasos previos, los del "corto plazo". El portavoz de la coalición, Gaspar Llamazares, empezó ayer emplazando al Principado a "recuperar el liderazgo de la memoria que hemos perdido en los últimos años" y requiriéndose a ellos mismos para la consecución un acuerdo político y social de amplio espectro alrededor de un proyecto normativo de cuyo germen ya tienen un borrador y que trata de recoger "todos los aspectos de la ley estatal adecuándolos a la comunidad autónoma y cubriendo sus insuficiencias".

La propuesta de IU esquematiza el camino hacia la ley con el esbozo de una arquitectura institucional que parte del refuerzo del papel del comité de expertos que ya opera en Asturias y plantea la puesta en marcha de un "comisionado de la memoria histórica" que asumiría como propósito el diseño de un "Instituto Asturiano de la Memoria". Antes de fin de año, IU sugiere además la constitución de una comisión de estudio sobre los crímenes del franquismo en Asturias y, sin plazo, la de un Consejo de la Memoria Democrática que con representación de todas las organizaciones "memorialísticas" asuma el encargo de redactar la ley autonómica. También sugiere que se emplace al Estado a impulsar una "Comisión de la Verdad sobre los crímenes del franquismo" pensada para "esclarecer los hechos" "sin ánimo de revancha".

El borrador de su ley ha sido remitido a distintos colectivos para la reparación histórica y trata, resume Llamazares, de "consolidar la retirada de los símbolos del franquismo, de reconocer la memoria, la justicia y la reparación a las víctimas, de desarrollar el mapa de fosas, completar el catálogo de símbolos e introducirse en aspectos pedagógicos en el marco de la educación pública que quedaron al margen de la ley estatal". A sabiendas de que es éste último "un tema delicado" para el consenso, el diputado plantea incluir la memoria democrática en el currículum de Secundaria y toda una batería de actuaciones no sólo "para recuperar la memoria, también para transmitirla a las futuras generaciones".

Llamazares completa el alegato con la convicción de que el Gobierno del PP tiene "suspendida" de facto la aplicación de la ley de Memoria Histórica, de que está "en rebeldía". También por eso Asturias, "donde la actividad antifranquista fue muy importante", y que tiene por eso "obligaciones añadidas", debe "dinamizar la ley y poner en marcha una norma propia" que complemente lo ya hecho por iniciativa de los ayuntamientos y la comunidad autónoma. Se trata de incorporar al Principado a la lista de regiones que ya han legislado, Cataluña o Andalucía, o que tienen el encargo parlamentario de hacerlo, Madrid o Extremadura.

IU presentó su iniciativa en la doble coincidencia del aniversario del "Sábado Santo Rojo" en el que se legalizó el Partido Comunista -el domingo hizo 40 años- con la proximidad del octogésimo sexto, este Viernes Santo, de la proclamación de la II República. Aprovechando la efemérides, Llamazares, que estaba aquel 9 de abril de 1977 fuera del PCE, "más a la izquierda del partido", ha recordado que el PCE llegó a aquellas primeras elecciones tras un proceso sustanciado "casi en solitario" en el que "nadie daba un duro por la legalización" y "el resto de fuerzas políticas eran, si no pasivas, beligerantes" al respecto. Hablando desde un "distanciamiento crítico", el diputado pide "respeto" para la Transición y sus actores, "aquella gente que tenía la pistola en la nuca".