El Gobierno del Principado ha iniciado una "cruzada" para "dinamitar la labor de las Bripas" (Brigadas de Investigación de Causas de Incendios Forestales del Principado de Asturias), denunció ayer la Unión de Sindicatos Independientes del Principado de Asturias (USIPA). Según el sindicato, la Consejería de Presidencia pretende que los agentes de las Bripas, en la actualidad adscritos a la Consejería de Agroganadería, pasen a depender del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). De materializarse el cambio en la dependencia orgánica de los guardas, USIPA augura el fin de la coordinación en la lucha contra los incendios forestales y graves consecuencias para los montes asturianos.

Santiago Traviesa, delegado sindical en la junta de personal funcionario del Principado de Asturias por USIPA, manifestó ayer la "gran preocupación" de los trabajadores por las intenciones de Presidencia. Reclamó que todos los agentes del Medio Natural sigan dependiendo de Agroganadería. "Lo contrario supondría desarmar la bolera", pues "sin unidad no hay coordinación".

Según Traviesa, la prevención de los incendios forestales debe depender de la misma dirección general que la investigación. "Prevención e investigación deben ir de la mano", señaló el sindicalista, quien considera que el paso de los investigadores de las Bripas al SEPA acarrearía el menoscabo de la "independencia y efectividad" de los agentes, ya que "se pretende desviarlos a investigar sucesos urbanos o de otra índole en la que intervenga Bomberos de Asturias, detrayendo efectivos de la investigación de incendios forestales.

Traviesa destacó que en los 15 años que llevan funcionando las Bripas han investigado más de 2.000 incendios y han posibilitado, por ejemplo, 15 de las 16 condenas registradas en 2016 por incendio forestal. Y en las memorias anuales de la Fiscalía de Medio Ambiente se han destacado la excelente labor de estos agentes.

Las Bripas están integradas en la actualidad por 6 guardas de Medio Natural y 3 bomberos. El número de incendios forestales se sitúa en Asturias por encima de los 1.700 al año, pero solo se llega a conocer el origen del 9 por ciento de las quemas.

USIPA destaca que a la posible "desaparición" de las Bripas si pasan a depender del SEPA se une la modificación de la Ley de Montes, para que no se acoten al pastoreo los montes incendiados, "dificultando de ese modo su regeneración y agravando la pérdida de suelo".