La crisis de Sogepsa ha abierto para las fuerzas asturianas de la izquierda una nueva oportunidad. Una ocasión para calibrar la flexibilidad y capacidad de acuerdo de un "bloque de progreso" que hasta ahora nunca ha merecido ese nombre. En las vísperas de la constitución, hoy, de la ponencia parlamentaria para la modificación de la normativa urbanística del Principado, que incluye la propuesta de paso de la sociedad mixta de gestión del suelo a empresa plenamente pública, el frente a favor de esta opción cuenta con los votos insuficientes de PSOE e IU. Para salir de ésta, dada la oposición de la derecha, vuelven a necesitar a Podemos. Ayer la coalición hizo los honores de la invitación.

Fue el diputado Ovidio Zapico quien habló del "bloque de progreso" y quien dispuso el arranque de la ponencia sobre Sogepsa como "una buena ocasión" de hacerlo valer para evitar que la sociedad quede amenazada de disolución por su incapacidad de cumplir los requerimientos de la UE sobre libre concurrencia en el mercado. El coordinador regional de la coalición, Ramón Argüelles, apuntala el argumento enfatizando la necesidad de que exista "un instrumento público" para "el control de los procedimientos urbanísticos en Asturias", para la tutela de los procesos de regeneración urbana y también, haciendo caso a las recomendaciones del Colegio de Arquitectos, para que sea utilizado como herramienta de asesoría y aporte de experiencia en el diseño del área metropolitana.

Vale. A eso Podemos no se opone. Podría incluso llegar a comprar el arranque del argumento, porque "una herramienta pública de gestión del suelo puede ser interesante para el futuro de Asturias", admite el diputado Héctor Piernavieja, pero a cambio exige pruebas, un cambio de orientación en la forma de gobernar una sociedad profundamente endeudada que ahora mismo no percibe. Dice el parlamentario que para su apoyo "debe cambiar el paradigma de la sociedad, con un enfoque más dirigido a rehabilitación y regeneración urbanas y muy alejado de la política de macropolígonos industriales". Interpreta que de otro modo lo que se les pide es una simple "nacionalización de la deuda" de 150 millones que acumula la empresa. También Zapico pidió ayer información, "conocer al detalle su realidad patrimonial" y reprochó al Gobierno haber actuado "tarde y mal", pero puso de manifiesto el riesgo de que si la Junta decide modificar la normativa urbanística regional sin abordar la transformación del accionariado de la sociedad mixta del suelo, ésta quede en un limbo sin soporte legal y en riesgo de disolución, con la consiguiente preocupación por lo que puede pasar con los dos millones de metros cuadrados de suelo industrial sin vender, con su deuda y sus avales? Dejarla caer sería "tirarse un tiro en el pie".

Pero la forma de abordar el procedimiento de salvación tampoco es unánime. Toda la Junta, salvo PSOE e IU, tiene registradas enmiendas contra el texto refundido de modificación de la normativa urbanística, que se debate a partir de hoy, y todos, excepto PSOE e IU, discrepan del viraje hacia lo público del cien por cien del accionariado de Sogepsa. Disienten de que sea ésta la única alternativa que permitirá a la sociedad cumplir con el requerimiento de la Comisión Europea, que en julio de 2014 advirtió a España de que Sogepsa no cumple los principios de libre concurrencia, porque el accionariado privado no se seleccionó con "transparencia" en el momento en que se constituyó la entidad. Podemos esgrime un informe de los servicios jurídicos del Europarlamento que sostiene que la toma del accionariado por la parte pública sólo es una de las alternativas de solución. Sólo con la modificación de la normativa urbanística, afirma Piernavieja, la sociedad podría desarrollar suelo "siempre que concurriera en igualdad de condiciones con cualquier promotor privado". Por eso Podemos propondrá hoy que la reforma legislativa y la situación de Sogepsa se aborden por separado, en contra del trámite simultáneo que defienden IU y PSOE para evitar que la empresa quede sin soporte legal y en riesgo de desaparecer.