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Asturias ya tiene tantas juezas como jueces, pero no en la cúpula judicial

Asturias ya tiene tantas juezas como jueces, pero no en la cúpula judicial

Las profesionales denuncian un "techo de cristal" que frena su acceso a los puestos de responsabilidad, sobre todo los de libre designación

Asturias tiene tantas juezas como jueces, al 50%, según el último estudio del Consejero General del Poder Judicial (CGPJ). Se impone la mayoría femenina en los juzgados de primera instancia e instrucción, lo que se corresponde con que es la puerta de entrada a la carrera judicial. Pero el "techo de cristal" que limita la promoción y el acceso a los puestos de mayor responsabilidad también existe en este ámbito, como en el resto de carreras profesionales. Las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar, la mayor antigüedad de los hombres para acceder a determinados puestos y el hecho de que a determinados cargos se accede por libre designación son las claves de la subrepresentación de la mujer en las cúpulas judiciales.

La judicatura asturiana está integrada por 154 jueces, de los que a partes iguales (77) se reparten entre mujeres y varones. En los juzgados de primera instancia e instrucción hay 22 mujeres, frente a 10 hombres. Ellas también son mayoría en los juzgados de lo social y en los de instrucción, y son titulares en el juzgado de vigilancia penitenciaria, también en el de menores y en los dos de violencia sobre la mujer.

Pilar Martínez Ceyanes, jueza decana de Oviedo y miembro de la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), explica las razones. "Las mujeres empezaron a acceder a la carrera judicial a principios de los años 70. Hasta entonces sólo había varones. La entrada fue progresiva, y a día de hoy ya entran más mujeres que hombres".

La estadística confirma que en los rangos de edad comprendidos entre los 31 años y los 50 hay más juezas y magistradas en activo que varones, exactamente lo contrario de lo que ocurre entre los 51 y los 70 años (la edad de jubilación es a los 72). Así, la edad media entre los hombres es de 54 años, mientras que entre las mujeres es de 47. También la antigüedad media es superior en el caso de ellos, con 23,2 años frente a 17,4.

"Las profesiones en las que se entra por concurso libre ya han dejado de ser masculinas, porque donde rige el principio de igualdad las mujeres entramos en avalancha porque somos mayoría", asegura la jueza decana de Oviedo.

Pero pese a lo que cabría pensar, las juezas y magistradas también se topan con su particular techo de cristal. Las razones objetivas son tanto internas como externas. El problema fundamental, explica Pilar Martínez Ceyanes, es la conciliación de la vida laboral y familiar, "responsabilidades que los hombres todavía no asumen como que son también de ellos. Cuidar a los hijos, a los padres... Las mujeres renuncian a alcanzar puestos de responsabilidad porque son las que se encargan de la familia".

Pero hay más. "Para los puestos que son de libre designación, desgraciadamente aún hay más hombres que mujeres y se da por hecho que ellos tienen menos responsabilidades y cargas familiares, con lo que pueden tener mayor dedicación", explica la magistrada.

"Cuando se trata de que a un puesto de trabajo se acceda por mérito y capacidad, no hay diferencias entre hombres y mujeres. Es más, incluso las mujeres obtienen mejores resultados, porque son más disciplinadas, como lo demuestra que copan los números uno de las oposiciones".

Las juezas y magistradas asturianas y del conjunto del país tienen en mente la fotografía de la inauguración del año judicial, en la que todos los miembros de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo son hombres. No hay ni una sola mujer. Y eso que en el conjunto del Estado ellas representan ya el 64% de los jueces y magistrados menores de 50 años.

"Así como en la profesión es una avalancha la entrada de mujeres, en los cargos representativos el avance es muy lento. Es difícil hoy por hoy poner remedio porque la Sala del Supremo se compone de los magistrados del Supremo, y sólo el 10% son mujeres", explica Martínez Ceyanes.

La situación es similar en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias, integrada por ocho miembros de los que sólo dos son mujeres: Pilar Martínez Ceyanes y Lucía Rodríguez-Vigil, jueza en Langreo.

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