Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Antonio García Santaclara.F. DELGADO

"Santa", el solidario

José Antonio García Santaclara, sacerdote y fundador de la asociación Siloé, premiado por Los Humanitarios de Moreda

Su tarjeta de visita informa que es "ciudadano del mundo" y su apariencia externa, con poblada barba blanca y coleta, está a mitad de camino entre Papá Noel y un hippy de los años sesenta del siglo pasado. Este sacerdote cosmopolita, morciniego de nacimiento y gijonés de adopción, ha sido galardonado por los Humanitarios de Moreda con el premio "Colmena de Oro a la solidaridad" como fundador de la asociación Siloé, organización pionera en la inserción social de colectivos vulnerables como los enfermos terminales del sida, ex reclusos, atención y mejora del bienestar de menores en exclusión social y personas con discapacidades intelectuales y trastornos mentales, refugiados e inmigrantes,

José Antonio García Santaclara, conocido por sus amigos como "Santa", ha llevado a cabo su solidario compromiso ejecutando proyectos de inserción socio-laboral y cooperación internacional, destacando especialmente su silencioso, humilde, persistente y ejemplar esfuerzo en promover la dignidad del ser humano.

Nacido en 1943 en La Cotina, pueblo perteneciente a la parroquia morciniega de Peñerudes, se implicó con los enfermos mentales a través de la orden de San Juan de Dios antes de comenzar a trabajar en el antiguo Hospital Psiquiátrico de Oviedo. También participó, junto al padre Pineda, en el teléfono de la Esperanza. Se ordenó sacerdote en 1979 y su primer destino fue como coadjutor en el barrio avilesino de La Luz. Luego se marchó a París para atender a los emigrantes españoles. A su vuelta, se incorporó a la parroquia gijonesa de San Lorenzo y le nombraron capellán de la antigua cárcel de El Coto.

En aquella época, a finales de los ochenta del siglo pasado, el sida había entrado arrasando con una fuerza inusitada en los centros penitenciarios y la Administración del Principado apoyó la idea de crear una casa de acogida para estos enfermos terminales con el fin de que tuvieran una muerte digna y evitar que fallecieran en la enfermería de la cárcel. Este proyecto fue llevado a cabo por Santaclara junto con el voluntariado cristiano de prisiones, quienes constituyeron la asociación Siloé. Esta organización instalará su primera casa de acogida en Mareo para recoger los enfermos terminales y dar respuesta a las necesidades de los reclusos y ex reclusos, y a personas enfermas del sida por infección de VIH.

Además de trabajar con estos enfermos terminales, este cura solidario participó en 1978 en la fundación de la asociación "Chavales en Libertad", colectivo de ámbito autonómico que puso en funcionamiento un hogar funcional con atención a menores como instrumento para su inserción social eficaz. En apenas dos años desarrolló su actividad con cinco hogares funcionales, una granja escuela y dos locales para diversas actividades de integración.

La Fundación Siloé

En 1989 nace en el Centro Penitenciario de EL Coto, la asociación Siloé, organización sin ánimo de lucro que desarrolla la inserción social de "Chavales en libertad" y trabaja con enfermos del sida, pasando en 1999 a convertirse en Fundación y creando en 2001 un nuevo programa de "Discapacidad Intelectual" para personas mayores. La filosofía de trabajo de la fundación está vinculada a Siloé, un hombre ciego que, según el Evangelio, llegó hasta Jesús rogándole que le devolviera la vista y al que éste empujó a curarse por sí mismo, señalándole el camino para hacerlo.

En la actualidad José Antonio García Santaclara, pensionado que no jubilado, como el mismo indica, es la cabeza visible de una fundación que participa en la formación y educación integral de menores en situación de riesgo social a través de tres hogares y cuatro centros de día que se complementan con un servicio de atención psicológica a sus familias. Asimismo, a través del programa "Innuit" dirige su intervención a diversos colectivos de alta vulnerabilidad o exclusión social y cuenta con una casa de acogida, un centro de día, varios pisos de salud mental y diversas viviendas tuteladas. Con el programa "Otras capacidades" trabaja la mejora de la calidad de vida de personas con deficiencias intelectuales en acogida residencial en la Casa de Jaipur y trabaja en el desarrollo de su autonomía personal y su integración social.

Este cura solidario, incisivo y combativo por la justicia social opina que "es terrible que nuestra sociedad rescate más bancos que náufragos lo que demuestra que está llena de cinismo y de paños calientes" y se pregunta "qué podemos esperar de un sistema que dice que hay personas ilegales". Asimismo, defiende un estado laico "porque en él cabemos todos, es incluyente y no excluyente ya que las mayores perseguidoras de las religiones han sido siempre otras religiones, no los Estados".

Santaclara desarrolla también un programa de inserción social con perfiles de exclusión social y un proyecto de cooperación internacional que apoya la salud y la educación materno-infantil en los territorios ocupados y autónomos de Cisjordania y Palestina. Su última intervención se ha centrado en la creación y mantenimiento de la escuela para niños beduinos de Jericó.

Ya iba siendo hora que en nuestra región asturiana, saturada de premios que en muchas ocasiones siempre recaen en los mismos personajes, se hiciera justicia con el reconocimiento a una persona humilde que, sin ningún afán de protagonismo, ha dedicado toda su vida a mejorar las condiciones de vida de los más débiles, desfavorecidos y vulnerables. Enhorabuena a los Humanitarios de Moreda por ser pioneros en premiar la solidaridad de este sacerdote universal que siempre huye de los protagonismos. Espero y deseo que este galardón sea el primer paso para que su solidaria trayectoria vital sea reconocida por otras instituciones asturianas como el Ayuntamiento de Morcín que bien le podría nombrar "Hijo Predilecto" o el de Gijón como "Hijo Adoptivo" sin olvidar a nuestro Gobierno del Principado que le debería otorgar la merecida "Medalla de Oro". Santaclara no busca ni quiere premios, por eso mismo se los merece. El próximo 9 de junio en Moreda estarán arropándole muchos de los desfavorecidos a los que ayuda para compartir con él este merecido premio de la "Colmena de Oro a la solidaridad".

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.