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Me quedo en el pueblo | Soto de Luiña

La empresaria que amasó su futuro

Beatriz López Rodríguez, licenciada en Arquitectura Técnica, se ocupa de la gerencia de la panadería familiar y ejerce también como aparejadora

Beatriz López Rodríguez, ante el mostrador de la panadería familiar en Soto de Luiña. ANA PAZ PAREDES

La menor de tres hermanos, Beatriz López Rodríguez es una joven licenciada en Arquitectura Técnica que siempre tuvo claro que su vida se desarrollaría en su pueblo natal, Soto de Luiña. "Cuando acabé aquí el módulo de Delineación decidí que quería seguir estudiando y me licencié en Arquitectura Técnica en Valladolid. Mientras estudiaba iba y venía un fin de semana sí y otro también. No me gusta la ciudad, necesito mi pueblo", señala ella, que jamás ha tenido miedo a los cambios y ha sabido adaptarse siempre a las circunstancias con mucha positividad y con optimismo.

"Cuando quise trabajar en lo mío, la cosa estaba en plena crisis. Mis padres tenían la panadería y cuando se jubilaron yo me incorporé a la misma. Mis dos hermanos ya estaban trabajando, pues tenemos también un apartotel. Mis padres, que siempre fueron panaderos, necesitaban a alguien que se ocupase de todo el papeleo, de la gerencia por así decir, y entré yo. Yo no amaso, que conste, pero puedo echar una mano, por ejemplo, si están envasando, o me pongo a hacer empanadas o lo que proceda", afirma ella con una amplia sonrisa en el exterior de la panadería La Estrella, en Soto de Luiña, donde tiene sobrada fama tanto por la calidad de sus diferentes panes como por algunas de sus especialidades, como son "el bizcocho o la enfilada", matiza. Ahora bien, eso no es todo. Además de llevar la gerencia del negocio familiar, esta emprendedora rural también ejerce como aparejadora, "que es realmente mi profesión, mi oficio, lo que más me satisface. Estoy en alguna obra, me ocupo de fichas técnicas; en fin, lo que proceda, y lo combino con la panadería y la vida familiar, pues soy madre de un niño de 2 años y mi pareja también trabaja; menos mal que tengo a mis padres, que me ayudan y con quienes vivimos actualmente a la espera de finalizar mi propia casa", dice ella, que recuerda las dificultades para incorporarse a la vida rural en su concejo de quienes quieren hacerlo, matizando que "la burocracia del Ayuntamiento de Cudillero y la tremenda lentitud del papeleo echan a la gente para atrás".

Beatriz López cree que sí se puede vivir en y del campo. "Yo creo que hay futuro en el medio rural. Trabajo hay mucho y muy diferente; ahora bien, también te tiene que gustar este estilo de vida y hay que saber que lleva un periodo adaptarse si vienes de la ciudad. En mi caso siempre quise vivir donde estoy, en Soto".

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