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Huelva recoge el fruto "dorado" del campo asturiano

"Aquí no hay mano de obra cualificada", lamentan los socios de la cooperativa del Oriente, que tiene que contratar a cuarenta andaluces para esta campaña

Antonio Diego Llaca sostiene un arándano. IRMA COLLÍN

Mano de obra andaluza para recoger el arándano asturiano. La cooperativa Picos de Europa Berries, que aglutina a dieciséis productores del oriente, tiene que contratar este verano a 40 trabajadores de Huelva ante la falta de profesionales locales. "De aquí nadie quiere ni hay cualificación", asegura el vicepresidente de la asociación, Antonio Diego Llaca, pese al elevado paro y al auge que experimenta este cultivo en Asturias. Según el Registro general de la producción agrícola, a día de hoy hay 92 productores en el Principado que explotan una superficie de 155,24 hectáreas. En apenas seis meses, el número de titulares subió en nueve y los recintos, en 36. Pero el fruto "dorado" no es tan rentable como parece. Los agricultores reivindican el sudor que hay detrás de cada arándano.

El principal inconveniente de este cultivo es que las ganancias se concentran en tres meses; durante el resto del año, toca podar las plantas. ¿Lo positivo? Que los beneficios económicos son altos, puesto que cuando empieza la campaña en Asturias, acaba en Huelva, la principal potencia española. Debido a esta circunstancia, los profesionales onubenses pueden encargarse de la recogida del fruto asturiano, que por otra parte tiene unas propiedades exquisitas. "Es más rico que el del sur: más ácido y menos pastoso", explica Antonio Diego Llaca, que insiste en que la recogida "tiene su técnica" y, por eso, no todo vale. Desde la cooperativa organizan cursos, pero llegado el verano nunca hay voluntarios y tienen que tirar de los efectivos de Huelva. "Allí hay mano de obra la que quieras y además preparada", apunta.

La campaña empezó este mes con las variedades más tempranas (las "northern higbush"), aunque la intensidad de trabajo aumentará a partir de esta semana. La producción, de momento, es "buena", aunque la sequía amenaza con asfixiar todas las cosechas. El presidente de la cooperativa Principado Berries, Fernando García, recuerda que los golpes de calor arruinaron el año pasado muchas fincas y teme que en éste pueda haber importantes pérdidas económicas. Su asociación contratará para esta campaña alrededor de 80 trabajadores extra, la mayoría sin embargo de Asturias.

El cooperativismo, dicen los agricultores, es fundamental en estos tiempos y más en un mercado tan competitivo como el de los frutos rojos. "Yo siempre tuve claro que la única forma de entrar en el mercado, ahorrar costes y ser competitivos era a través de la unión", dice Llaca, uno de los fundadores de la cooperativa del oriente. Con apenas dos años de existencia y 50.000 kilos de producción -aspiran a llegar en tres años a los 300.000-, el colectivo ya coloca sus arándanos en Alemania, Inglaterra y Francia, además de en España, donde hay que luchar por el aumento de consumo. La cooperativa ha llegado a un acuerdo con Vega de Aguín, dedicada a la producción de kiwis y ubicada en Villamayor, para compartir sus instalaciones, donde pondrán en marcha esta semana una procesadora.

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