El PSOE no entra. Antes al contrario, saluda con escepticismo y abierta hostilidad la oferta de Podemos para intentar reanimar la reforma del régimen electoral asturiano devolviendo al debate un texto cuestionado por sus dudas jurídicas. El portavoz socialista en la Junta, Fernando Lastra, levanta una enmienda a la totalidad contra la propuesta podemista porque pide regular desde el Principado preceptos que los letrados de la Junta y de los servicios jurídicos del Estado entienden exclusivos del legislador estatal, porque pasa de largo por "la cuestión sustantiva" de la proporcionalidad y el sistema de reparto de escaños y porque al final "no son sinceras" sus aportaciones a este debate de apariencia jurídica y mucho doble fondo político. Sus opiniones, añade, "moverían a risa si no fueran tan cínicas". Lastra agranda la brecha que separa a su grupo del morado también en lo relativo a la modificación del régimen de elecciones y desbarata las posibilidades de la propuesta de Podemos reprochando a la formación morada las "contradicciones" y las ausencias que detecta en sus planteamientos, así como el momento de su retorno: que hayan vuelto precisamente ahora a una discusión a la que hasta el momento "no habían aportado nada".

Ahora que la ley se ha parado, aparcada su tramitación sine die a la espera de la modificación de la ley estatal -por las colisiones con ella que habían detectado en algunos puntos los informes jurídicos-, la formación morada duda de esa argumentación legal y propone reiniciar el debate retrocediendo hasta el texto original pactado por PSOE, IU y Ciudadanos para añadir a la discusión sus propias enmiendas. Como dicen que tienen sus propias fuentes jurídicas con argumentos distintos a los oficiales, proponen recuperar preceptos cuestionados como el voto electrónico, la obligación de elegir a los candidatos por primarias o los envíos centralizados de propaganda electoral, incorporando además propuestas propias como las listas completamente desbloqueadas y paritarias o la limitación a ocho años de los mandatos de los diputados.

"Hablan de muchas cosas que no tienen que ver con esta reforma y de lo que realmente sí está relacionado con ella no dicen nada", persevera Lastra, indicando hacia la pretensión de Podemos de orillar por ahora la discusión sobre las circunscripciones y el método de asignación de escaños. No nos arriesgaremos a un conflicto evitable, advertido por responsables jurídicos que tienen la obligación de informar y lo han hecho con su leal saber y entender", señala. "Entre las opiniones de un experto desconocido y los letrados de la Junta e Interior no tenemos ninguna duda", remata, invitando a los morados a llevar sus propuestas al Congreso. "Podemos termina recomendándonos procedimientos electorales con esa especie de vicio de 'consejos vendo y para mí no tengo'", añade en relación a la propuesta de las primarias obligatorias: "No sé si quieren que utilicemos el sistema que usan ellos, el 'recuento Borda', el de Nicolás de Cusa en el siglo XV, el que ahora usan en Eslovenia, en Nauru, una isla del Pacífico, y en el Festival de Eurovisión, el que ellos utilizaron para eliminar a Íñigo Errejón".

Sin el PSOE, la oferta se oscurece, pero la propuesta de Podemos tampoco entusiasma demasiado entre los otros promotores de la reforma electoral. El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, saludaba ayer "la posición favorable a la tramitación" que manifiesta un grupo que "hasta ahora no había expresado su posición" mientras mantiene al suyo del lado de un cambio "a fondo, para una mayor proporcionalidad y para favorecer la participación". Lo que no cambia son sus planes. Aboga por una modificación del sistema que se coordine "con la comisión electoral del parlamento" y respete el criterio de los juristas. Precisa que persigue "la reforma posible dentro del reparto de competencias y los informes jurídicos parlamentarios. Somos gente seria", remarca.