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Comparación entre el tamaño de una mano y el de una espiga.S. ARIAS

La escanda de Asturias quiere sol

Los productores esperan un verano caluroso para el estirón final del cereal, cuya cosecha llega "excelente" pese a la falta de heladas invernales

La mejor cosecha, dicen, es la que está en el pajar. Aunque lo cierto es que los rendimientos de la escanda en Asturias se prevén, este año, excelentes. Las espigas del cereal regional superan ya el metro y medio de altura en la mayoría de los cultivos pese a la falta de frío a lo largo del invierno pasado. Ahora, la Asociación Asturiana de Productores de Escanda (Asapes) sólo mira al cielo esperando un verano cálido que consiga las mejores condiciones meteorológicas para su recogida, el próximo mes de agosto.

"Esperamos una cosecha excelente en general en todos los cultivos, la espiga está fuerte y bien granada", afirma José Vega, miembro de Asapes y productor moscón.

El pasado invierno los productores de escanda estuvieron vigilando con mucha atención las plantaciones, ya que la falta de frío merma su producción y, como se dice en la comarca del Camín Real de la Mesa, sin nieve no hay pan. Unas heladas que consiguen hacer más fuerte la espiga y que, lo ideal, es que lleguen sin lluvias. Y en la pasada estación agua hubo poca en Asturias, por lo que la escanda creció con brío pese a la falta de hielo.

"Faltaron unas cuatro heladas, pero se están logrando muy bien las espigas en general entre todos los que producimos", comenta este productor moscón.

Pero como todos los agricultores, y pese a que esperan una magnífica recogida este año, siguen con mucha atención los pronósticos del tiempo y con otro ojo miran al cielo. Mientras, los dedos cruzados.

Y es que las previsibles lluvias que llegarán en los próximos días son un daño grave para los cultivos: "'El agua de San Juan quita vino y no da pan', ya lo dice el refrán, por eso esperamos que vengan temperaturas altas y sin orbayo que puedan fortalecer la espiga en su tramo final", explica.

De momento, la producción marcha viento en popa y todos los productores están satisfechos con la cantidad y calidad de sus espigas de escanda, que ya sobrepasan el metro y medio de altura en la mayoría de cultivos. La producción aún tiene por delante el mes de julio para dar su estirón final y cargar aún más el grano.

"Recogeremos a principios de agosto aquí en la vega, los terrenos cultivados a más de 700 metros de altitud la llevarán un poquitín más retrasada, como unos diez días más tarde", subraya José Vega.

Así es que si todo marcha bien y el cielo se abre para calentar las espigas del cereal asturiano, los productores lograrán una buena cosecha que podría rondar las 27 toneladas en las 15 hectáreas plantadas por los integrantes de la Asociación Asturiana de Productores de Escanda, según sus cálculos, aunque el terreno total plantado en Asturias asciende a 50 hectáreas.

Buena cosecha y nuevos productores. El colectivo celebra la incorporación de dos nuevos agricultores que, según Vega, ponen de manifiesto que en la escanda hay un nicho de trabajo y de mercado.

El año pasado, antes de recoger el cereal ya estaba todo vendido, "y más se vendería si se plantase más", apostilla. Además, la magnífica calidad de la escanda está ganando popularidad entre los consumidores, que, cada vez más, demandan panes y otras elaboraciones con el cereal autóctono en tiendas y restaurantes.

Y para que todos puedan disfrutar del sabor de antaño del pan, los productores están trabajando en un nuevo proyecto científico para quitar el gluten y que sea apto para los celiacos: "Estamos buscando laboratorio para que los celiacos puedan comer una harina de calidad", sentencia José Vega.

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