La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

PLÁCIDO ARANGO | Empresario asturmexicano

"Más que una ley de mecenazgo, lo que importa es la voluntad del donante"

"La Medalla de Oro del Principado ha sido muy importante para mí porque se trata de Asturias, es donde están mis raíces"

Plácido Arango, ayer, en el Hotel de la Reconquista de Oviedo. LUISMA MURIAS

Plácido Arango se muestra feliz por la concesión de la Medalla de Oro de Asturias. "Ha sido muy importante para mí, porque es Asturias. Es donde están mis raíces", sostiene el empresario, quien agradece además que fuese el propio presidente del Principado, Javier Fernández, el que le llamase personalmente para comunicarle la distinción.

- Sus padres eran de la región, ¿de qué parte?

-Mi padre era de la parte de Salas, y mi madre de Doriga. Incluso me hicieron un honor muy significativo, que fue nombrarme hijo adoptivo de Salas.

- ¿Cómo fue que emigraron?

-Mi padre emigra con catorce años. Sale de una aldea que está entre Cornellana y Salas, que se llama Villazón. Tenía un tío en México, concretamente en Tampico, un puerto de la costa del Golfo de México donde se había descubierto petróleo. Lo pusieron en el barco, con catorce años, fue allá y no sé qué puesto pudo tener a los catorce años. Él decía que barría la acera, yo creo que a los catorce años ni barrer la acera, ¡no sé qué haría! Y en México conoció a mi madre. Fue muy audaz, pero no es una historia muy distinta a la de la mayor parte de la emigración asturiana.

- Ha realizado usted una donación impresionante al Bellas Artes, ¿como surgió esta idea?

-Se inició al mismo tiempo que empecé a pensar en la donación al Museo del Prado, de cuyo patronato fui presidente. Fue simultáneo, aunque terminé primero con el Prado. Pero hubo que trabajarlo, no es cuestión de llegar y decir: "quiero donar y ahí están los cuadros". La selección para El Prado la hice de acuerdo con Gabriele Finaldi y Miguel Zugaza. En Asturias tuve la enorme suerte de que tuve un coordinador maravilloso, que es un amigo entrañable: Pedro de Silva. Sin él, las cosas hubieran sido muy distintas.

- En el Museo del Prado tenía también a un asturiano, que además conoce bien los fondos del Bellas Artes: Javier Barón, jefe de conservación de pintura del siglo XIX.

-Venía a Asturias conmigo, no se despegó un solo momento de la donación. Me alegra que me lo mencione, es importante la presencia de Javier.

- ¿Tienen fecha para la exposición de las obras donadas?

-Depende totalmente de las gestiones. Está muy adelantado. La intención era hacerlo en octubre, y sinceramente yo tenía cierto pudor de que coincidiera con los premios "Princesa de Asturias". Pero no lo sé, espero que sea antes de que termine el año.

- Tras la exposición, ¿quedará alguna obra ya en depósito?

-Puede pasar. A lo mejor me está dando usted una idea.

- Estas donaciones ponen de relieve la figura del mecenas, ¿Hace falta una ley para potenciarla?

-Siempre se está hablando de una ley un poquito más generosa que la actual, o al menos redactada con mayor confianza en el donante. Pero sinceramente, y esto podría molestar a algunos, no creo que vaya a ayudar a la filantropía en general. Yo creo que prevalece la voluntad del donante. Se está haciendo mucho sin la ley, o con una ley pobre. Cuando se habla de mecenazgo, a mí me suena pretencioso.

- Usted colecciona obras poco habituales, trabaja sobre un arco mayor de lo habitual.

-Pues sí. A alguien que empieza le recomendaría que se centrarse en un campo determinado, en una escuela determinada, en una época determinada. Yo he tratado de abarcar mucho. He tenido la suerte de tener muchos años para hacerlo, y poder empezar a hacerlo pronto, porque afortunadamente me ha ido bien. Y también me ayudaba que los precios no eran los de ahora. Porque ahora no hubiera podido formar ninguna colección, seguramente.

- ¿Cuál es su pieza preferida, de su colección?

-No sé decirlo, sinceramente. Emocionalmente, podría ser la primera obra realmente importante de mi colección, y es un Greco: "Santo Domingo de Guzmán". Pero ya le digo que seguramente un conservador, mismamente Javier Barón, diría: "No, no es la más importante que tienes".

Compartir el artículo

stats