Para Tino Cortina, presidente de la Denominación de Origen (DOP) Sidra de Asturias, "el escanciado no es sólo el proceso necesario para elevar las propiedades de la bebida regional, sino también un gesto poderoso para vender nuestra tierra". El lagarero maliayés pregonó ayer la fiesta de la Santina en el Centro Asturiano de Barcelona, en donde reconoció "el largo camino" que le queda al sector en materia de exportación. Cortina ensalzó, a lo largo de su discurso, la labor de difusión del caldo regional por parte de los emigrantes y demandó a su público que consumiese sidra con Denominación de Origen "para ayudar a sostener una industria justa, combatiendo peligrosos modelos que amenazan la calidad".

El responsable del Consejo Regulador pronunció estas palabras ante el presidente del centro barcelonés, Enrique Delgado, entre otras personalidades, que aplaudieron con entusiasmo su recuerdo a la emigración. "Asturias no podría hoy definirse sin su emigración. La colonia de asturianos emigrados, de primera, segunda... o quinta generación, ha ido desde fuera modelando nuestra propia naturaleza por dentro", relató, para ahondar en la idea. "Sería tan interesante, como poco factible, cifrar en qué medida han contribuido los emigrantes asturianos a la fama de nuestra bebida más internacional, pero estoy convencido de que la acción difusora de centros como este, que hoy nos honra con el pregón, ha sido fundamental en la valorización de nuestra bebida por antonomasia", añadió.

Tino Cortina, que también fue pregonero este mes de las fiestas del Portal de Villaviciosa, no desaprovechó su oportunidad de pedir a los asturcalanes que consumiesen sidra con DOP, pues ello es "también proteger Asturias". Eso sí, admitió, "nos queda mucho camino por recorrer en la exportación de nuestro producto, ya que es innegable que el principal consumidor de sidra en Asturias está en nuestra propia comunidad". "Cataluña es una referencia mundial en el crecimiento y la exportación de sus productos y de sí misma", destacó.

Para avanzar en esta meta, abundó el maliayés, el Consejo Regulador "incorporó este año a su familia a cuatro grandes llagareros: Trabanco, Peñón, Foncueva y Muñiz". "Un hecho histórico, que nos permite dar un paso de gigante en el crecimiento del organismo que represento; pudiendo pasar de los dos millones de botellas actuales hasta los 3,5", señaló Cortina para incorporar a su relato una frase redonda: "Creemos que la sidra puede actuar como el perfecto abrelatas que permita introducir el resto de las joyas gastronómicas de nuestra región". El lagarero, que tampoco se olvidó de mencionar las 76 manzanas autóctonas con las que ahora se podrá hacer sidra de Asturias, reservó sus últimas palabras para los atentados de Las Ramblas. "Aquel día nos enmudeció a todos, pero también nos unió emocionalmente", señaló.