La nueva mayoría del socialismo asturiano empieza a construirse un partido a su manera. La toma de posesión de la mayoría afín a Pedro Sánchez en la Federación Socialista Asturiana comenzó a materializarse ayer, en la batería de enmiendas con la que los vencedores reformaron a su gusto la ponencia marco del trigésimo segundo congreso del PSOE asturiano. Entrando a fondo en algunos de los fundamentos programáticos del partido, o según sus antagonistas transformando algunos de sus cimientos históricos, incorporaron al texto elaborado por la ejecutiva saliente mutaciones de calado tan evidente en el convulso presente político español como la asunción de la consabida plurinacionalidad del Estado, omitida en la redacción inicial, o de la apuesta decidida por la oficialidad del bable.

En la segunda jornada del congreso socialista, el hueco a la concepción plurinacional de España se abrió paso ya sin grandes debates, asumida ya su presencia desde la admisión del congreso federal, y en unas pocas líneas del dictamen de la comisión que bajo el epígrafe "Los retos de nuestro tiempo" se discutió ayer y será previsiblemente aprobada hoy en el plenario del congreso. Se acepta la referencia al país plurinacional junto a la apuesta por el modelo de estado federal y en los términos en los que el nuevo PSOE de Pedro Sánchez aborda la cuestión, asociándola a la defensa de la unidad de España y a no tocar la residencia de la soberanía en el pueblo español.

La enmienda favorable al impulso de la oficialidad del asturiano superó el debate en la comisión de derechos ciudadanos y a la espera de ser sometida hoy a la previsible aprobación del pleno materializa una notable novedad en la configuración programática de un partido que en tres decenios largos ha sustentado a gobiernos que sistemáticamente esquivaban este abrazo a la oficialidad. La enmienda aprobada ayer recibió el apoyo de 38 de los 73 delegados que votaron en la comisión -con 23 noes y doce abstenciones- y así llegó al dictamen que hoy aprobará el plenario, para disgusto sonoro de parte de la representación del sector alineado con la dirección saliente. La enmienda, presentada por la corriente Socialistes pola Oficialidá, pide al partido la introducción de la defensa de la cooficialidad del bable en cuanto se plantee una reforma del Estatuto de Autonomía y mientras tanto el refuerzo de "la promoción del uso institucional y público del asturiano en la administración y el sector privado". No faltó quien se acordó ayer, en el Palacio de Congresos de Oviedo, de la "pita bablista" persiguiendo a Vicente Álvarez Areces cuando era presidente del Principado, o quien dudaba del encaje de la oficialidad con la pervivencia de los valores fundacionales del socialismo en Asturias.

Anoche, estaba por ver si el matiz que quiso introducir la agrupación de Gijón, con la exconsejera Ana González al frente, se concretaba finalmente hoy en la votación de una enmienda para reclamar una consulta a la militancia sobre este particular. La propuesta, que los socialistas de la oficialidad rechazan con el argumento de que su sugerencia sobre el bable ya ha pasado ese filtro en las numerosas votaciones celebradas en las últimas semanas en las agrupaciones, obtuvo ayer en la comisión los votos necesarios (19) para poder ser debatida y sometida a la consideración del plenario, pero sus promotores sopesaban a última hora la conveniencia de su retirada.

La segunda jornada del congreso rompió así con alguna parte del pasado del partido. En esos puntos y en otros. La comisión de desarrollo rural aceptó una corrección a favor del uso lúdico y recreativo de los pantanos del parque natural de Redes, motivo de controversia interna en varios momentos de la historia del partido, y el plenario sacó adelante una propuesta para que la FSA reclame a Madrid la paralización de los ocho expedientes abiertos contra militantes que en lo más crudo del debate interno fueron sancionados por verter insultos en las redes sociales, en algún caso contra el secretario general saliente, Javier Fernández, cuando ejercía como presidente de la gestora. La propuesta, aprobada con 208 votos a favor, 31 en contra y once abstenciones, reclama la rehabilitación de estos afiliados y la reposición de los derechos que les fueron retirados.