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DANIEL COLADO | Presidente de la Asociación de Selvicultura y Medio Ambiente de Asturias

"Si hay un culpable del fuego es el combustible acumulado en los montes abandonados"

"En los lugares con potencial forestal óptimo no hay incendios, el propietario mira por ello y no se quema ni un árbol"

Daniel Colado, presidente de Asymas. LNE

Daniel Colado es el presidente de la Asociación empresarial de silvicultura y medio ambiente de Asturias (Asymas), entidad que agrupa a empresas privadas ubicadas o que desarrollan su labor profesional en el Principado, y cuya principal actividad son los tratamientos selvícolas dentro del sector forestal. En la actualidad agrupan a una decena de empresas de Cangas de Narcea, Tineo, Salas, Vegadeo, Siero, Oviedo, Grado y Pravia.

- ¿Cuál es la opinión del sector sobre los incendios que han asolado en los últimos días el Suroccidente asturiano?

-Siempre que ocurren este tipo de episodios salen personas de diferentes sectores buscando culpables cuando si existe un culpable aquí es la cantidad de combustible acumulado en nuestros abandonados montes.

- ¿Qué conclusiones sacaron ustedes de la oleada de incendios de 2015 en Asturias?

-Se puso de manifiesto la precariedad que existe en las labores de prevención. Antes del inicio de la comisión de investigación sobre los incendios, el fiscal de Medio Ambiente, Alejandro Cabaleiro, ya advirtió de que el Principado carecía de un protocolo integral de prevención de incendios, poniendo claramente el foco sobre la Administración. De esa comisión se presentó un borrador del dictamen que no llegó a aprobarse porque fue rechazado por el PSOE. Lo más importante es lo que dijo el fiscal ya antes de comenzar esa comisión.

- Al final, ¿en quién recaen las culpas?

-La sensación que tenemos es que se trata de una problemática efímera en la que se pone el foco sólo cuando ocurre. Hoy (por ayer) y mañana, cuando vuelva a llover y se haya apagado el fuego, ya nadie se acordará de los incendios. Pero la realidad es que desde el inicio de la crisis se han venido reduciendo los fondos para la prevención cuando en muchos casos esos proyectos están financiados en un 75% a través de fondos Feder. La aportación del Principado en ese caso es ínfima. Por eso, los grupos políticos deberían tener alguna responsabilidad más. Ahora que se están discutiendo los presupuestos del próximo año, con un PSOE necesitado de apoyos, si existiera conciencia sobre este asunto se incluiría el tema de los incendios como prioridad para llevar adelante junto a aquellos que respalden las cuentas. Todo dicen que hay que destinar más dinero a la prevención del fuego pero, ¿lo va hacer alguien?

- Algunas críticas estos días también se dirigen hacia el sector forestal.

-Nosotros somos ejecutores del presupuesto. Nos dedicamos a desbroces y otros tratamientos selvícolas y una vez que somos contratados ejecutamos el presupuesto correctamente. También hacemos labores de extinción. Hemos estado estos días en Degaña e Ibias y no hemos recibido ninguna crítica a nuestra labor. Hacemos lo que nos ordena la Administración y entidades privadas que nos contratan.

- ¿Cuáles son, a su juicio, las zonas que presentan mayor riesgo de incendios?

-En los montes donde se hace una inversión y hay un potencial forestal óptimo no hay incendios. Sí es cierto que el eucalipto tiene más capacidad para que se propague el fuego pero el que tiene que cuidar su monte no quema ni un árbol. Cuando hay un potencial económico en el monte, el propietario mira por ello y no se quema. En Degaña, Ibias y Cangas del Narcea, salvo algunas repoblaciones que se hicieron, existe una gran cantidad de montes frondosos, menos productivos donde hay más posibilidad de incendios.

- ¿A qué atribuyen ustedes el origen de esta última oleada de fuegos?

-Las memorias de las Bripas señalan que un enorme porcentaje de los incendios está causado por la regeneración de pastos aunque hay que ser muy cautos en este sentido. Pueden ser causados por muchas personas y echar la culpa a los ganaderos como se ha escuchado estos días es ir muy allá. La regeneración de pastos se intenta en primavera pero en octubre o noviembre no tiene que ver con la regeneración de pastos. Nosotros lo que creemos es que si de verdad se quiere acabar con los fallos en la prevención de incendios de los montes hay que dotarlo de fondos.

- ¿Existe ahora una mayor actividad de los incendiarios en el otoño-invierno?

-Lo que observamos en los últimos tres años es que tenemos una sequía tremenda. Normalmente realizamos repoblaciones forestales en octubre y estos tres años no hemos podido plantar cuando era la época estrella. Antes el triple 30 (más de 30 grados de temperatura, 30% de humedad y vientos de más de 30 kilómetros por hora) se daba en primavera y hora llega en la época otoñal. Al final, los verdaderos causantes de los incendios no son pirómanos que les gusta ver el fuego sino gente que quiere hacer mal y aprovecha estas circunstancias.

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