El juicio de la "operación Tridente" contra la mayor red de tráfico de ketamina de Asturias continúa en la sección segunda de la Audiencia contra cuatro implicados, después de que el resto aceptase las penas solicitadas por el fiscal. Ahora se trata de dilucidar si se produjo un delito de cohecho, o subsidiariamente otro intentado de estafa en el caso del guardia civil Marcos S. F., quien según la fiscal antidroga intentó cobrar 200.000 euros a Antonio López Mellado, "El Finuco" -antiguo compañero de andanzas de José Emilio Suárez Trashorras, el exminero avilesino condenado por el 11-M-, a cambio de información sobre cómo iban las investigaciones contra él.

Marcos S. F., defendido por Ana Boto, sostiene que él solo estaba recabando datos para su trabajo de información cerca del mundillo de la droga. Si acudió a los investigadores fue para facilitarles información relevante sobre el grupo, sostiene.

Sin embargo, los agentes que declararon ayer en el juicio negaron esa supuesta relevancia. Uno de ellos dijo que Marcos S. F. facilitó tres informaciones. "Nos dijo que Antonio y sus amigos traían en coches la ketamina de Portugal. También nos facilitó el teléfono móvil de la mujer de 'El Ñocla' (David G. D., uno de los implicados, con el que supuestamente el guardia urdió el plan para desplumar a "El Finuco", quien está defendido por Ignacio Hernando), y su nombre y domicilio", indicó uno de los guardias. Pero esa información ya la conocían los agentes, motivo por el que sospechan que solo se trataba de conocer cómo iban las investigaciones para informar a la banda, según Fiscalía.

Aparte del cohecho, queda por juzgar a una pareja por una plantación de marihuana. Un agente de la Policía aseguró ayer que, de las conversaciones, se desprendía que podían llegar a producir 100 plantas. El juicio continúa el próximo día 21.