"Bruno" se bate en retirada después de dejar a su paso por Asturias un mar enfurecido con olas por encima de diez metros -medidos por la boya de Puertos del Estado en Gijón-, nieve como para obstaculizar el paso por ocho puertos de montaña que anoche necesitaban cadenas, el desvío de dos vuelos y un reguero de más de un centenar de incidencias por toda la región. Pasó lo peor de madrugada, sobre todo por el viento, con rachas que llegaron a ser de hasta 123 kilómetros por hora pasadas las tres de la mañana en el Cabo Peñas. La intensidad de la borrasca atlántica que agita toda la Península Ibérica, la primera del invierno, fue progresivamente cediendo, no sin antes agitar el viento o dejar precipitaciones de hasta 34 litros por metro cuadrado en el Cabo Peñas.

Hoy, se quedan en Asturias los rescoldos del viento y la lluvia, con lo peor en el litoral y toda la costa asturiana aún en alerta por la previsión de fuerte oleaje, que según el pronóstico promete ser particularmente intenso en el oriente. Ayer, la jornada de meteorología complicada, la segunda del apogeo de "Bruno" en Asturias, terminó con cadenas para cruzar los pasos de San Isidro, Leitariegos, Connio, Tarna, Cerredo, Somiedo, San Lorenzo y Ventana, así como en la carretera entre Sotres y Tresviso y la que sube a los lagos de Covadonga. El viento desvió a Madrid el avión de Volotea que el martes por la noche cubría la línea Sevilla-Asturias, que finalmente aterrizó en Santiago del Monte en torno a la una y media de la madrugada, e hizo regresar a Barajas la última conexión de la jornada entre la capital de España y el aeropuerto de Asturias. La escasa visibilidad por la lluvia colaboró en una colisión entre dos vehículos en el viaducto de Serín, en la autopista "Y", que dejó una persona herida y un atasco de cuatro kilómetros en la vía a primera hora de la tarde de ayer aunque, en conjunto, no obstante, el paso de la borrasca "no fue significativo", según el balance del gerente del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA), Eugenio García. Los servicios autonómicos de Emergencias habían registrado hasta la mañana de ayer 139 incidentes mientras que el centro de coordinación atendió 1.900 llamadas. "La mayor parte de los incidentes tuvieron lugar en carreteras, con la caída de árboles, ramas o cables", añadió Eugenio García en presencia del consejero de Presidencia, Guillermo Martínez. "No hemos necesitado activar ningún plan", precisó el responsable del SEPA.

La imagen de los árboles caídos, como el que obstaculizó el tráfico a la altura del kilómetro 7 de la carretera de Avilés a Luanco, se repitió en diferentes puntos de la región. En Avilés, ayer se procedió a retirar los cascotes en las instalaciones deportivas de La Toba después de que a última hora de la tarde del martes se cayera parte de la cornisa del edificio de usos múltiples (que alberga cafetería, vestuarios y mutualidad de la Federación Asturiana de Fútbol). Al margen de esta incidencia, plaquetas de las fachadas, árboles y contenedores hicieron de las suyas en diferentes puntos de la ciudad, pero sin grandes daños materiales.

En Gijón, en el punto álgido del temporal de viento, desde las ocho de la tarde del martes hasta las seis de la madrugada de ayer, se atendieron 47 incidencias, principalmente por caída de cascotes, contenedores volcados, farolas caídas y carteles publicitarios desprendidos de la fachada. La más importante tuvo que ver con el árbol de Navidad instalado en el Solarón que obligó a intervenir al 080 y a la empresa de mantenimiento eléctrico, quienes finalmente consiguieron asegurarlo. El árbol de Navidad instalado por los comerciantes en Llanes también cedió a la fuerza del viento. Ayer, fue retirado por una grúa y sustituido por una bola de Navidad de tres metros de diámetro.

Además de la flota pesquera amarrada, en algunos puntos del litoral, como en la capital llanisca, se restringió el acceso de peatones al puerto y a los Cubos de la Memoria. La fuerza de las olas pegando contra el dique norte del puerto llanisco y que rompían junto a la dársena de amarre hacían muy peligroso el tránsito por esta zona. En los bufones de Pría se agolparon también multitud de curiosos para asistir al espectáculo de la furia del mar. Efectivos de Protección Civil acudieron a este lugar para advertir a la gente que no se acercase demasiado a los acantilados.

El temporal también causó algunos problemas en el concejo de Parres. Los más graves los vivieron los vecinos de Llames, donde un árbol cayó a causa del fuerte viento, llevándose consigo el tendido del alumbrado público y dejando a los habitantes de la zona sin luz por unas horas. La policía local de Parres recibió el aviso de que un árbol había cortado la carretera alrededor de las siete y veinte de la mañana y se apresuraron a solucionar el problema, por lo que no llegó a una hora el tiempo que el tráfico estuvo paralizado en ese punto. Además, por ser tan temprano, no afectó a muchos vehículos. Además, en Soto de Dego el viento también derribó un árbol, pero en este caso los problemas fueron mínimos, ya que cayó en una pista y no en una carretera importante.

La lluvia se queda hasta mañana

"Bruno" se va, pero el tiempo aún no se estabiliza del todo. El pronóstico adelanta lluvias y viento en la costa y la Cordillera para hoy, aunque ya con las temperaturas en ascenso y la cota de nieve ascendiendo hacia los 1.800 metros. Las precipitaciones siguen hasta primera hora de la tarde de mañana.